El titular de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni) de Rosario, Daniel Giribone, aseguró hoy que el congelamiento de los combustibles generó un escenario de incertidumbre en el sector, con consecuencias que llegan hasta al desabastecimiento en algunas estaciones de servicio del país.

«Esta es una realidad que viene acentuándose desde el congelamiento de los precios y se va trasladando más que nada al interior de las provincias en las ‘estaciones blancas’ -aquellas que no tienen bandera-, que están realmente pasando una situación muy crítica», explicó esta mañana Giribone en dialogo con Conclusión.

El también integrante de la Cámara de Estaciones de Servicios, Garajes y Afines de Rosario (Cesgar) apuntó que siempre que hubo congelamiento terminó habiendo desabastecimiento, sobre todo en las estaciones que no tienen bandera, ya que a las grandes esta situación no las golpea de igual manera «porque se cuidan mucho de no aparecer sin productos en las estaciones que están abanderadas».

«Realmente la situación en el interior es muy grave, hay muchos pueblos que están abastecidos por estaciones blancas. No tienen otra alternativa. No tienen producto porque no les mandan y si les mandan, al precio al cual consiguen es seis, siete o hasta ocho pesos más alto de lo que nosotros estamos vendiendo, con lo cual quedan afuera del mercado», precisó.

Según el titular de Faeni las estaciones blancas, afectadas por el desabastecimiento, representan un porcentaje ubicado entre el 10 y el 20 por ciento del total del mercado. «En este caso estamos hablando del congelamiento del combustible, pero cuando se ha congelado el precio de otro tipo de productos, también desaparecen de las góndolas de los supermercados. Lo mismo sucede con el combustible», expresó.

Al ser consultado sobre si un nuevo aumento de combustible favorecería la resolución de esta problemática, el integrante de Cesgar indicó que están evaluando qué es lo que va a pasar el día posterior a que se cumplan los noventa días, el 12 de noviembre. «Algunos hablan de que hay un atraso en el precio de un 38%, otros que el litro de nafta debería costar un dólar con veinte cuando actualmente cuesta 0,80 centavos de dólar. Como nosotros trasladamos los precios, no tenemos acceso a cómo está formado entonces dependemos de lo que diga la petrolera. Si actúan con inteligencia, no debería ser un golpe catastrófico», concluyó.