Con el comienzo del nuevo año, severos cambios tuvieron lugar en el sistema de transporte público de la ciudad. El aumento del boleto a 23,17 pesos fue lo primero en desatar el malestar entre los rosarinos, pero una serie de modificaciones generaron también desconcierto.

El boleto ocasional fue eliminado en consonancia con el sistema Sube, como así también dejó de otorgarse el ticket impreso, bajo el argumento de que «se dejarán de utilizar así unas 1.400 toneladas de papel por año».

Conclusión habló con los ciudadanos, que expresaron su descontento y su confusión.

“Te tienen que dar el ticket, ¿si te llega a pasar algo arriba del colectivo con qué comprobás?”, manifestó un hombre, quien confirmó que también ahora los choferes están más estrictos en no dejar que pasajeros paguen el boleto a otros usuarios, contando que lo hicieron descender del Expreso a las 3 de la mañana en cercanías al Sanatorio de la Mujer.

Otros pasajeros se quejaron por las largas esperas y las condiciones de los coches, como por ejemplo la falta de aire acondicionado.