El proyecto barrial “Los Tigres” que agrupa a niños, niñas y jóvenes que juegan al rugby y al hockey sigue avanzando y, este sábado dieron un paso más inaugurando una nueva cancha en el corazón de barrio Gráfico, en Avenida Bernheim 9050, un espacio plagado de solidaridad, amor y deporte.

Cada sábado de 10 a 12.30, y desde hace ocho años, profesores de rugby y hockey dan apoyo y sostén a la pibada de los barrios Gráfico, Los Unidos y otros aledaños; invitándolos a meterse en el maravilloso mundo del deporte. Partidos, técnica, entrenamiento y el tan esperado tercer tiempo son parte de este paisaje que invita a pensar una realidad diferente y que es, sin dudas, otra cara de la ciudad de Rosario.

“Tigres empezó hace ocho años con una intención de padres y madres del club (Jockey) que vieron que acá al lado había otras necesidades y otras realidades. Entonces a raíz del deporte, en este caso el rugby y el hockey, encontramos la llave para entrar acá” detalló Luciano Jauregui entrenador y fundador de los Tigres en diálogo con Conclusión.

Un proceso que fue mutando, que enfrentó problemas, escasez, gente que se sumaba, otros que se iban, pero que luego de ocho años no sólo está en barrio Gráfico sino que se sumaron tres más: Santa Lucía, Empalme y Cabin 9. “Los Tigres son un gatillo disparador para que los chicos puedan acceder a  estructuras mayores como un club y que realmente entiendan de que hay mucho más de lo que ven a diario en el barrio”.

Uno de los ejes de este proyecto es iniciar a los chicos en estos deportes, entrenarlos y luego insertarlos -mediante becas- en diferentes clubes de la ciudad, «No es solamente lo de los sábados, la idea final es que ellos se involucren y que realmente entren dentro de una estructura como un club en forma efectiva. Por lo general, los chicos del barrio solo conocen estructuras como la del colegio, que de algún modo es obligado; al club a jugar al rugby y al hockey no van obligados, van porque quieren», agregó Sebastián Furno Sola .

Este es un espacio en donde confluyen otras instituciones, además de las deportivas, “Nos acompaña, Pensaer, Fonbec, y la municipalidad misma de Rosario. Podemos decir que somos un proyecto complementario, no estamos solamente focalizados al rugby o el hockey, sino que además de lo deportivo nos proyectamos en el estudio, la familia y los oficios posteriores para los chicos que ya tienen 18, 19 años y tienen que salir a trabajar. Allí radica la importancia de este proyecto” enfatizaron.

Un proceso que día a día va creciendo, y que genera la expectativa de lograr que en un tiempo cercano los Tigres sea un club que albergue a estos chicos y chicas del barrio. “Ese es nuestro anhelo, pensamos así y después veremos cuándo llegará ese día. Pensamos en positivo, el camino es largo, pero seguimos apuntando a tener una infraestructura que sea lo más parecido a un club”.

La cantidad de chicas y chicos que son parte de estos espacios crece cada fin de semana. “El camino que podemos recorrer, inclusive como sociedad, es larguísimo en pos de ir mejorando la sinergia que se genera entre un chico que tiene menos, con un chico que tiene todo resuelto. Jugando y compartiendo en un partido no hay barreras, no hay nada; son chicos y chicas haciendo deporte, eso creo que es genial”, concluyó Jauregui.

Para finalizar, Gerardo que es uno de los jugadores que inició -hace años- un camino de trasformación en “Los Tigres” quiso dejar una reflexión. “Hay muchas cosas de nosotros acá, esto representa el esfuerzo que le metemos a pesar de todo lo que nos digan y lo que pasa en las calles. Este lugar te libera, podes estar bien con tus compañeros, amigos, familia, y divertirte”.