Por Santiago Fraga

Es difícil encontrar rosarinos que no festejen o hayan festejado alguna vez el Día del Amigo. Pocos saben que la celebración de esta fecha, el 20 de julio, se debe al día en que el Apolo XI llegó a la luna, en 1969. En aquel entonces, el doctor argentino Enrique Febbraro comenzó a enviar cartas a todo el mundo, reivindicando el alunizaje y que todos estén pendientes de ello como «un gesto de amistad de la humanidad hacia el universo». Llegó a enviar mil cartas a cien países, y así nació oficialmente la celebración.

Cuarenta y ocho años más tarde, la fecha se ha arraigado de tal manera que significa un momento casi sagrado de unión entre amigos, aún crean o no en la necesidad de que deba existir un día para celebrar la amistad. En Rosario la tradición es muy fuerte, y la mayoría de los grupos de amigos opta por reunirse fuera de casa y compartir alguna comida.

Conclusión dialogó con algunos de los protagonistas del rubro gastronómico, para vislumbrar cómo los rosarinos palpitan el día que para los locales de comida y bebida termina siendo uno de los más importantes del año.

Carlos Mellano, vicepresidente primero de Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar), anticipó a este medio que, según los sondeos que han realizado, el porcentaje de ocupación rondara el 80% el jueves, aunque en los últimos años también se ha extendido para los días anteriores y posteriores, por lo que miércoles, viernes y sábado también se espera con alto porcentaje.

Por otra parte, el presidente de Paseo Pellegrini, Alejandro Pastore, adelantó a Conclusión que, al igual que en los últimos años, se espera un lleno total en los locales de la popular avenida rosarina. “Estamos con un buen nivel de reservas (los que hacen, porque algunos tienen la política de no tomar). El jueves ya están completos la gran mayoría y se están ampliando las reservas para el miércoles o el viernes. El panorama para este festejo es de lleno total, lo que nos pone muy contentos porque Pellegrini por lo general es un espacio que el rosarino elige como para este tipo de festejos y se revalida una vez más este año”, aseguró.

Se mantienen los números de 2016

En comparación con el año pasado, ambos coinciden en que si bien la situación económica en el país ha cambiado, los números que esperan son similares.

Por un lado, en términos de facturación los números van a ser mejores por el hecho de la inflación y que los precios han subido.

En cuanto a concurrencia y ocupación los porcentajes son similares: mientras que en Paseo Pellegrini esperan un 100% como en 2016, en un plano más general se mantiene las mismas expectativas que el año pasado, cuando se hablaba de entre un 80% y un 85%, números bastante altos para lo normal.

En este sentido, Mellano también apunta que otra de las variables tiene que ver con lo que la gente gaste, ya que hay lugares que pueden prever la misma cantidad de personas pero el nivel de consumo de sus clientes puede ser distinto.

Otro factor también son las vacaciones de invierno, que en Rosario transcurren su última semana y en provincia de Buenos Aires recién comienzan.

Una celebración que atraviesa todas las edades

El Día del Amigo se festeja en todas las edades, y Rosario tiene variadas propuestas para ello. “No se vive solamente en un segmento, es totalmente trasversal en tema de edad y capacidad económica”, sostiene por su parte Pastore, quien asegura que en Pellegrini las pizzerías y cervecerías fueron las primeras en ocuparse, destinadas a un público quizás más joven, mientras que las parrillas tienen un buen nivel de reserva en un grupo de rango etario y poder adquisitivo más alto.

A su vez, según apunta Mellano, la juventud empieza los festejos desde más temprano, mientras que la gente más grande en vez de tomar una cena quizás toma un almuerzo, o por ahí un desayuno o una merienda.

“La amistad atraviesa todas las edades, entonces lo que es a lo mejor determinadas personas que tienen entre 35 y 55 por ahí van a un restaurant o parrilla, y por ahí chicos más jóvenes van a cervecerías artesanales más desde la tardecita”, dijo a Conclusión el vice primero de Aehgar.

Un menú, de 250 para arriba

Si bien hay lugares que no trabajan con menú, en los que sí tienen una propuesta especial para el día del amigo los precios estimados han aumentado alrededor un 25% en relación al año anterior.

En un plano más general, un menú del Día del Amigo en la ciudad ronda entre 250 y 350 pesos. En el Paseo Pellegrini, los que tienen menú completo arrancan desde 300 pesos, con bebida incluida. En los lugares que trabajen a la carta el gasto dependerá del comensal, pero Pastore estima que con 180 pesos en adelante se puede “resolver una cena”.

“La mayoría de los lugares trabaja a la carta y sin haberla indexado. Eso fue lo que charlamos ya que la idea era que nadie se pase de vivo para este día y que se mantenga la misma política de precio del día anterior y el día posterior. El mercado tampoco está para plantear una política de precios más agresiva porque no responde”, agregó el titular del Paseo Pellegrini, que reconoció que ha habido un incremento interanual pero “bastante por debajo de la inflación”.

Una celebración única

Tanto Alejandro Pastore como Carlos Mellano coinciden en afirmar que el Día del Amigo es una de las fechas del año que mejor rendimiento genera a los locales gastronómicos de la ciudad, si no es la mejor.

Por un lado, el presidente del Paseo Pellegrini sostuvo que el día “es absolutamente distintivo, fuerte y único en Rosario”, y que lo más similar es lo que se da a fin de año, cuando se empiezan a reproducir festejos en grupo, pero que no llegan a tener la misma intensidad que el 20 de julio.

De igual manera, apuntó que las redes sociales han sido un punto de inflexión importante, ya que permitió que resurjan muchos grupos de amigos como el de compañeros de la primaria, secundaria o del club de la infancia.

El vicepresidente primero de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario indicó a Conclusión que otra de las fechas importantes en el año es el Día de los Enamorados, y que en las fechas patrias también se trabaja bien al mediodía. Remarcó también las fechas de fin de año y las despedidas de los determinados lugares, que arrancan desde noviembre y diciembre, pero coincidió en que ninguna fecha particular tiene tanta repercusión como el Día del Amigo.