Según informaron este domingo desde el Ministerio de Seguridad, y también a través de la Dirección Provincial de Atención a la Víctima, ya se llevó adelante una buena parte del proyecto de mejoras de las condiciones del barrio donde se encuentra el Club Defensores de América, donde dos chicos resultaron baleados hace un año.

En estos días está a punto de concluirse el muro que pidieron los vecinos en la canchita del club, con la gestión  de la Dirección; del Ministerio en el proyecto, los fondos y la ejecución; y una cooperativa que realiza trabajos para el área de deportes de la Municipalidad de Rosario y desarrolla la obra.

El objetivo principal era separar la cancha de básquet de todo lo que era el perímetro de la cancha de fútbol. El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, decidió que el ministerio a su cargo gestionara los fondos, algo más de 58 mil pesos. Un arquitecto perteneciente al área de Seguridad diagramó el proyecto y se compraron los materiales siguiendo los caminos administrativos correspondientes.

La construcción del tapial comenzó hace unos 35 días y se estima que en otros 20 aproximadamente esté terminado. “De a poco los chicos fueron volviendo”, contó Mariel tesorera del club, cuya comisión directiva está formada en su totalidad por mujeres. “Se ve más presencia de la policía, no es lo mismo que antes”, agregó.

El lamentable episodio

El martes 29 de marzo del año pasado, en la intersección de las calles Washington y Casiano Casas, un tiroteo puso fin a una práctica de fútbol infantil y dejó a dos chicos heridos Benjamín y Gino, ambos de 7 años. En el momento que el hecho sucedió se puso en conocimiento a la Dirección Provincial de Atención a la Víctima a cargo de Anahí Schibelbein. «Nos acercamos al Hospital de Niños y al sanatorio de la Mujer, nos pusimos en contacto con los familiares de Benjamín y Gino, con sus padres, para empezar a trabajar», explicó la funcionaria.

A partir de ese momento, el personal del área coordinó una serie de acciones a seguir, y organizaron reuniones entre los vecinos y la policía para establecer una comunicación más fluida en el barrio con las autoridades

Una de las demandas que surgió de esos encuentros, impulsados por la comisión directiva del club, era la necesidad de construir un tapial en el perímetro del tejido donde los chicos realizaban las actividades. “Los tiros se habían dado en una explanada donde hay una canchita de básquet en un terreno municipal a muy pocos metros del perímetro de la cancha”, comentó Schibelbein.

Desde aquel 29 de marzo del año pasado, la situación cambio sustancialmente, bajó el nivel de conflictividad, se aumentaron los patrullajes en la zona y hay mayor actividad en las investigaciones con respecto a las denuncias relacionadas con la venta de estupefacientes. El contacto entre la Dirección Provincial de Atención a la Víctima, dependiente del Ministerio de Seguridad, con la gente del club y con los padres de los chicos es periódica.