En la noche de este martes personas armadas entraron al Hospital Provincial de Rosario para –se presume– liberar a un preso que en ese momento era atendido en la guardia del nosocomio, pero ante el fracaso de su misión los agresores, en su intento de escapar, terminaron asesinando a un policía que custodiaba el lugar. Tras este episodio, desde el centro de salud informaron que no atenderán más, ni en la guardia ni en los consultorios externos, a individuos privados de su libertad.

En diálogo con los medios, entre ellos Conclusión, la directora del Hospital Provincial, Teresita Ghio, manifestó: “Desde el Ministerio (de Salud de Santa Fe) me informaron hace minutos que no se van a atender más presos en la guardia ni en los consultorios. No sé dónde se van a atender ahora, pero lo lógico sería que cada unidad penitenciaria tuviera su unidad sanitaria para asistir en el lugar y evitar el traslado”.

>>Te puede interesar: Cerraron la guardia del Hospital Provincial tras la balacera de este martes

La profesional, además, indicó que tras el violento episodio registrado en la noche de este martes se decidió cerrar la guardia como medida de seguridad, ante el temor de que los agresores regresen al lugar. Este miércoles, en tanto, el servicio de salud continuaba sin actividad porque “el personal no está en condiciones de atender a nadie”, mientras que los trabajadores del lugar analizarán hasta cuándo mantendrán esta medida.

“Estamos viviendo una situación inédita. Nosotros brindamos salud, no estamos preparados para defendernos, es insólito que nos vengan a atacar de esta manera”, señalo Ghio, quien además advirtió que el recluso de Piñero que era atendido en la guardia había sido dado de alta durante el mediodía del martes, mientras que la agresión tuvo lugar a las 21.30 de la noche: pasaron casi diez horas entre ambos hechos, en las cuales no se hizo presente el vehículo de traslado del Servicio Penitenciario.

“Entraron dos personas con barbijos negros y las armas en las manos buscando a un paciente. Rápidamente lo encontraron, pero el preso estaba con dos custodios, a uno le pegaron y cuando el otro iba a desenfundar el arma, los delincuentes empezaron a tirotear. Hay más de catorce vainas y se hirió a dos personas que estaban en la sala de espera y no tenían nada que ver. También se amenazó con un arma en la cabeza a una de las médicas. Cuando los delincuentes salían, entraba nuestro policía del destacamento y sin miramientos le dispararon en la cabeza”, detalló la directora del hospital.

>>Te puede interesar: Tras ataque en el Provincial, allanaron la cárcel de Piñero: secuestraron celulares y marihuana

La mujer además aseguró que no hay personal herido, pero sí familiares de pacientes que estaban atendiéndose en la guardia. Asimismo, aclaró que los agresores amenazaron a punta de pistola a una médica para que les diga dónde estaba el preso al que buscaban.

Teresita Ghio, directora del Hospital Provincial

“Rápidamente el equipo de salud mental acudió para contener al personal, porque todos estaban en shock, no se podía seguir trabajando. Al policía herido lo entraron para recuperarlo, y cuando salió del paro lo llevaron inmediatamente al HECA porque tienen neurocirugía y los disparos eran en la cabeza, pero no hay humanidad que quede en pie para seguir atendiendo ante tal situación de violencia”, contempló Ghio.

>>Te puede interesar: Personal de salud del Hospital Provincial: «Lo que vivimos ayer no puede volver a pasar»

La directora del Provincial, además, reiteró que el recluso había sido dado de alta durante el mediodía de este martes, y explicó: “El mecanismo es que cuando le damos el alta a los pacientes privados de su libertad, los custodios se comunican con Piñero y ellos determinan en qué momento los vienen a buscar”.

En este sentido, manifestó que todos los días concurren al Hospital Provincial “seis o siete personas que son traslada desde Piñero u otros penales para consultorios externos”.

Por último, recordó que el policía asesinado trabaja en el Hospital Provincial hacía, por lo menos, siete años, al tiempo que destacó la presencia de los ministros de Seguridad y de Salud en el centro de salud tras el crimen.