El anuncio del cierre del mítico bar «Berlín» que, contando aquellos años en que supo ser Zeppelín, llevaba más de 30 años siendo parte de la movida cultural de la ciudad fue un golpe para muchos. Si embargo, esa realidad parece que puede ser revertida. Y es que este viernes se anunció oficialmente la recuperación del espacio por medio de un proyecto de autogestión en el que confluirán las organizaciones Ciudad Futura, La garganta Poderosa, la Multisectorial de Solidaridad con Cuba y obviamente, el histórico titular de Berlín, Luis María «Lulo» Corradín.

Durante la presentación, que se realizó en horas de la mañana en la plaza de la Cooperación, flanqueada por el Pasaje Fabrizio Simeoni, donde está ubicado el bar, Corradín se mostró emocionado y contento por «como se alinearon las cosas» y por la posibilidad de revalidar y «llenar de contenido» el lugar.

«Este es un proyecto de gestión social, y se basa en la autogestión, la idea es qu haya distintas unidades económicas, que está la parte gastronómica, cultural, el museo, también vamos a poner en marcha un proyecto de una empresa pública de alimentos, que vamos a anunciar en breve, que se llama Consorcio de Cooperación, que es una figura que nucleará organizaciones de distintas naturaleza». Entre todos, tenemos que buscar la forma de que esto sea autosustentable y que además genere puestos de trabajo».

Por su parte, Juan Monteverde, dirigente de Ciudad Futura señaló que un fenómeno de estos tiempos son «los políticos que trabajan para generar los problemas en lugar de resolverlos». «Políticos que se empeñan y que su tarea cotidiana es generar un problema donde no lo había, y donde no había una discordia, generarla, para generar así más odio en la sociedad».

«Esto es el contraejemplo de eso» aseguró Monteverde. «Donde había un problema, un espacio de la ciudad que cerraba, una fuerza política que no busca el odio y la división, sino que busca la unión, lo que proponemos es una solución. La política no es solamente resolver problemas, sino hacer una sociedad mejor, es decir en el tipo de respuesta que proponemos para solucionar el problema, está engendrada la sociedad que queremos para mañana. Hay muchas formas de resolver problemas, ahora cuando uno no solamente resuelve el problema sin que cuando lo hace está construyendo una sociedad mejor, esa es la política que tenemos que fomentar», arengó.

En ese mismo sentido, subrayó que «algunos dicen que nos tenemos que dedicar a empujar proyectos que hagan que el futuro que queremos llegue antes» «Creo que lo que estamos haciendo hoy es eso, cada uno desde su lugar, vamos empujando a ese futuro que queremos y necesitamos. Cada uno tiene algo que aportar y así nos vamos juntando y construyendo».

En tanto, sobre como se piensa esta estructura, Karen Tepp aclaró que lo que se busca es generar un espacio que pueda entrecruzar el bar, los espectáculos y el museo. «La barra se queda, el escenario se queda, ese museo que imaginamos lo pensamos como un espacio que sea dinámico, abierto, que proponga la interacción y que lleve a una acción política en distintos aspectos. Imaginamos que haya artistas tocando, pero que en el medio de todo esto cualquier persona que venga de otro lugar del mundo, cualquier turista, pueda entrar y conocer la historia de este revolucionario y que pueda ver que esa historia no está inmóvil y dejada atrás para añorar, sino por el contrario que está viva, que está viva en la juventud y la militancia. Y también, por qué no, que pueda haber un espacio de comunicación, por qué no una redacción de La Poderosa, por qué no un espacio de comunicación popular. La idea es que pueda tener diversidad y ser un espacio de convocatoria. Es un desafío en término de tiempo, que es pensar que de aquí a fin de año pueda estar funcionando el espacio con toda esta diversidad, pero en el mientras tanto también vamos a ir haciendo cosas, ferias, recitales, y todo tipo de actividades»