Por Gisela Gentile

Detrás de las grandes avenidas iluminadas y asfaltadas se encuentra los mal llamados barrios periféricos. Allí se van asentado las personas como pueden, padeciendo día tras día los embates de las necesidades no cubiertas. Calles de tierra que se inundan cuando caen algunos milímetros de agua, poca luz, basurales a cielo abierto, casillas, y todo aquello que encierra la palabra precariedad.

Esta realidad que duele y que crece exponencialmente con el pasar de tiempo, es ya un paisaje cotidiano, natural e invisible para muchos sectores de poder. Pero no todo está perdido, ya que la solidaridad de aquellas personas que pretenden cambiar la historia aflora ante tanta vulnerabilidad.

NIDOS (Núcleos, Inclusivos de Desarrollo Óptimo) es una agrupación que viene trabajando desde hace años en la zona norte de Rosario, más específicamente en Empalme Graneros y el asentamiento Cullen. Manos solidarias que le acercan a los vecinos proyectos ligados a la alfabetización, ayuda escolar, actividades culturales, merendero, y ahora también algo tan importante como el acceso a prácticas médicas.

Conclusión dialogó con Mariana Inés Segurado, integrante de esta asociación, que contó la importante campaña de salud visual que se hará este lunes en el barrio: “La fundación Baja Visión se comunicó con nosotros para preguntarnos acerca de cómo estaba la zona en torno a  la salud, consultas médicas y dispensario. En cuanto a éste último le comentamos que estaba muy saturado y que los vecinos en general concurren sólo por casos de urgencias”.

Es sabido que varios dispensarios de la ciudad se encuentran con poca cantidad de profesionales en relación al caudal de pacientes que acuden al mismo. Mayoritariamente las consultas tienen que ver con situaciones más avanzadas, quedando relegadas las prácticas ambulatorias ya que los turnos son otorgados a largo plazo.

“En el centro de salud dan siete o diez citas por jornada para el oculista, siendo una de las especialidades más demandadas y con menos caudal de turnos.  Por eso es de suma importancia la campaña gratuita que llevaremos adelante este lunes”, dijo Segurado.

Como institución, NIDOS, convocó al barrio y agrupó a un listado de vecinos interesados en poder cubrir los cien turnos que otorgó esta campaña, “vendrán cuatro profesionales desde Buenos Aires a realizar un estudio que durará aproximadamente entre 10 y 15 minutos. Como agrupación salimos a buscar a las personas para explicarles como se iba a dar esta campaña y quienes podían llegar a necesitar del mismo”.

“Recordamos que sólo se atenderán a aquellos vecinos con turnos ya dados. Debido a la alta demanda, se está evaluando poder consensuar algún otro día más ya que se han anotado personas de toda la ciudad. Es evidente que muchas personas están necesitando de este tipo de chequeos”, enfatizó.

Desde la agrupación Baja Visión se mostraron sorprendidos por la gran cantidad de personas que estaba necesitando de este tipo de prácticas visuales, “la gente no abonará un centavo por el estudio y en el caso que necesitaran lentes, lo profesionales confeccionarán la receta correspondiente para luego tomen su curso en el sector público o privado. Y para quienes también lo deseen, la misma fundación realiza lentes a bajo costo, las posibilidades para que accedan  a los mismos son muchas y dependerá de la decisión de cada vecino”, contó la integrante de NIDOS.

La importancia de este proyecto, más allá de que los más vulnerables tengan acceso a un control visual, radica en que detrás de cada campaña hay un empoderamiento del barrio, “las mujeres de NIDOS fueron casa por casa consultando a los vecinos. Con el fin de que todos pudieran tener la posibilidad de participar de esta fundamental campaña de salud. De esta manera se afianzan valores como la solidaridad y el trabajo colectivo”, sostuvo.

Las mujeres no se quedan quietas y van por más, “estamos gestionando a través de otras instituciones y fundaciones controles para detectar diabetes y luego poder llevar a cabo una campaña de vacunación de Leptospirosis y Hepatitis. Realmente estamos felices que las fundaciones nos vean como una asociación responsable capaz de agrupar a un barrio en pos de mejorar la salud de todos”.

Un tropezón no es caída

En reiteradas oportunidades la casita de NIDOS que cobija a tantos vecinos de Empalme Graneros, ha sido blanco de robos, “lamentablemente hace unas semanas volvieron a entrarnos a nuestro lugarcito. A veces nos sabemos que hacer, o pensamos que no se valora el espacio, pero luego reflexionamos acerca de que hay muchas personas nuevas que quizás aún no nos conocen y por eso ocurren estas cosas”.

“Nosotras continuamos metiéndole el esfuerzo y amor de siempre, porque confiamos en este proyecto y consideramos que nuestro lugar es allí. Por suerte, el destino nos cruza con personas y agrupaciones que nos han donado cosas para poder seguir construyendo una realidad distinta para todo el barrio”, culminó Mariana Inés Segurado.