Se cumplen 34 años de la promulgación de la Ley de Divorcio Vincular en Argentina y este derecho se ejerce cada vez más. Si bien con el paso del tiempo, el trámite se fue volviendo cada vez menos engorroso para las parejas que toman la decisión, la pandemia que irrumpió en el país a principios del 2020 y su consecuente cuarentena, hizo que los divorcios se muestren en alza. Aunque sorpresivamente, no superó a los casamientos.

Desde que comenzó el 2020 y hasta el primer semestre de este año hubo en Rosario 5.366 divorcios sobre un total de 6.164 casamientos, según informaron desde el Registro Civil de la ciudad y los Tribunales Provinciales.

De acuerdo a datos aportados por el Registro Civil, en Rosario se piden por mes 184 turnos de matrimonios y 300 turnos de uniones convivenciales, una tendencia que creció notablemente durante los últimos años.

De esta manera, los números muestran que en 2021 hubo 1.179 matrimonios, 1.301 en 2020 y 3.684 en 2019. Mientras que, durante el 2018 unas 3.637 parejas dieron el «sí» ante la ley, un promedio de diez bodas por día, un valor, teniendo en cuenta que fue previo la situación de pandemia en la que está inmersa el país desde el 2020.

Dicha tendencia se dio debido al crecimiento de las uniones civiles que durante el 2018 fue de 3.911, un ocho por ciento más que los casamientos. Mientras tanto, los divorcios anotados en el Registro Civil fueron 1.706.

A la reforma del Código Civil y Comercial que amplió los derechos de las parejas convivientes y la llegada del Covid-19 al país y su consecuente cuarentena, a la baja de los matrimonios se le sumaron los divorcios que entre el 2019 y lo que va del 2021 se presentaron en la Tribunales Provinciales unos 5.366 actas.

Es decir, 2.910 en el año 2019, 1.633 el año pasado y 823 en el primer semestre del 2021.

Cuando se promulgó la Ley de Divorcio el 8 de junio de 1987, el principal argumento por parte de la oposición y sobre todo, de la iglesia, era que se iba a generar un “boom” de divorcios y que ello era un pecado.

De hecho, también se pidió excomulgar a los legisladores que votaran la ley, cosa que no terminó sucediendo y se quiso presionar al presidente de aquel entonces, Raúl Alfonsín, para que vetara la ley, pero tampoco sucedió.

Treinta y cuatro años después, ni el ex presidente ni quienes estaban en contra, se imaginaron que el “boom” se daría tanto tiempo después y como consecuencia de una pandemia mundial.