La vigilia programada por familiares de las víctimas de la tragedia de calle Salta, comenzó este miércoles a las 17 y se prolongará hasta las 9 del jueves cuando se hará el acto conmemorativo del segundo aniversario del luctuoso hecho.

Varios oradores tomaron la palabra, entre ellos el primero en hacerlo fue Adrián, hermano de Débora Gianangelo, quien contaba con 20 años cuando perdió la vida en el siniestro.

Un clima de congoja, pero a la vez de cercanía y afecto entre familiares que se abrazaban, lloraban y recordaban, invadía el lugar.  En ese marco, Adrián Gianángelo explicó a Conclusión que decidieron «presentar ante todos los vecinos de Rosario el proyecto de un espacio que se conforma de una entrada con una fuente que representa la vida y los 22 nombres de las víctimas iluminados por luces».

Además, se tiene previsto que cuente con un salón de usos múltiples grande, dos más chicos y un patio donde poder hacer actividades recreativas.

«Que se queden tranquilos los vecinos, que lo que nosotros pedimos no es un cementerio», señaló el hermano de Débora.

Con el acompañamiento de los ex soldados de Malvinas, quienes brindaban alimentos calientes y estaban dispuestos a organizar el desayuno del jueves, Marcela Nissoria tomó la palabra e instó en primer lugar a firmar un petitorio «para que se levante la concesión de Litoral Gas, la empresa que nosotros entendemos es responsable de la expresión».

Luego de solicitar la estatización del servicio, Nissoria expresó: «La gerencia de Litoral Gas es ininputable, no se la puede tocar y las responsabilidades políticas que hay en juego, también se lavan las manos».

«El servicio de gas fue privatizado en el ’92 y desde entonces los gobiernos municipal, provincial y nacional se pueden lavar las manos y las responsabilidades caerían en los empleados de la empresa», añadió.

Más adelante, Marcela Nissoria fue más allá y afirmó: «Seguimos en pie de lucha, hoy nos sumamos algunos familiares a la denuncia contra Antonio Pronzato, el interventor de Enargás y contra (el ministro de Planificación) Julio De Vido.

«Imagínense que no estamos hablando de bebés de pecho, estamos hablando de grandes responsables , de temerarios responsables que a través del miedo nos quieren fragmentar, que con el dinero de La Meridional, la compañía aseguradora del Enargas, nos quieren dividir de los familiares que ya recibieron el derecho del resarcimiento económico, que es un derecho como la justicia», expresó con firmeza.

Enseguida, Nissoria agregó: «Pretenden que aquellos que por cuestiones personales, ideológicas o posibilidades, aún no hemos recibido ese sucio dinero de La Meridional».

«Jamás voy a estar en contra de aquel que marchó y lloró a mi lado porque el dolor y la intención de todos es la misma, que es la búsqueda de justicia, aunque algunos se hayan tenido que bajar antes por circunstancias personales, pero los que seguimos, lo seguimos transitando por los 22 fallecidos y por todos los damnificados de calle Salta que aún tienen lesiones sicológicas y físicas y tienen que seguir como pueden aún vivos», rubricó.

A su turno, Adrián Gianágelo, otro hermano de Débora, dijo que «por no denunciar, pasó lo que pasó» e instó a los vecinos a no repetir aquel error, además solicitó al poder judicial que «hagan justicia, porque esto puede volver a pasar porque el servicio es el mismo, el gas es el mismo y los gasistas matriculados son los mismos».

«Acá lo que nos importa es la justicia y la forma de llevar el dolor, porque acá tenemos a los familiares de Emi y Facu, que saben lo que es el dolor  y sobre el fin de su alocución dijo: «Afuera Litoral Gas, miles de veces fuimos a reclamar y no nos atienden, pero para cobrar las facturas nos las cobran a término, ¿o no?».

Cuando le tocó el turno a Claudia Vaio, se realizó un minuto de silencio a su pedido, quienes fueron nombradas una a una las víctimas.

Enseguida, y en una sentida exposición entre sollozos, Hernán Gianángelo contó su experiencia personal sobre cómo en el momento de la tragedia se puso a ayudar gracias a un chaleco que llevaba y por el cual pudo mezclarse entre policías, bomberos y demás colaboradores a quienes agradeció emocionado.

Nora, la mamá de Maximiliano Vesco, hizo su aporte con un escrito que leyó y en el que expresó ser «una madre que sufre y llora sin consuelo».

«Me pregunto a veces, o siempre, como serían tus hijos de haberlos tenido» y más adelante aclaró que «todo esto se resume con una sola palabra, esto es un infierno».

Las bandas musicales Patagonia Rebelde y Cielo Razzo acompañaron sobre el final de las exposiciones con aquello que consideraron «la manera de acompañar, con nuestra música, nuestras canciones, porque entendemos que esa es la mejor manera de estar acá».