La presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto estuvo este jueves en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El encuentro fue organizado por el Consejo Superior de la UNR y en la oportunidad los ediles Eduardo Toniolli y Roberto Sukerman entregaron una distinción del Concejo.

En ese marco, Carlotto dialogó con la prensa y dejó varios conceptos sobre diferentes temáticas de la actualidad. Habló las políticas ajustes que impulsa el Gobierno macrista hacia el sector de los trabajadores, se refirió los privilegios de ciertas cúpula militar con las prisiones domiciliarias y criticó la sentencia que recibió el ex presidente de Brasil, Lula da Silva, entre otros temas.

Consultada sobre los recortes que promueve el Ejecutivo en áreas vinculadas a lo social, dijo que “no nos toma de sorpresa los desastres que esta haciendo este gobierno en estos dos años largos en el que ejerce el mandato. Este hombre dijo que los Derechos Humanos éramos un curro. Y esa ofensa nos predispuso a pensar que no nos quería”, indicó la militante por los Derechos Humanos. Y aclaró: «Ni siquiera cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nos recibió. La primera vez que nos recibió fue obligado por cuestiones que le convenía”.

En una amena conferencia de prensa, previa a la charla con los alumnos, profesores, y militantes de la universidad, Carlotto expresó que “el presidente es coherente con todas sus actitudes; no íbamos a ser nosotros los privilegiados de que hablara y tomara conciencia del tema. Cuando estaban buscando el submarino, estaba con globitos y fantasías inaugurando banalidades, despreciando esas 44 vidas. Es un hombre que tiene ojos de vidrio, no tiene una mirada humana, pero sobre todo, lo que mas me preocupa son esos jóvenes que pertenecen a ese grupo político que repiten el discurso todos iguales, con mentiras”.

Cuando se le consulto por los militares condenados que reciben prisión domiciliaria, lo que dijo fue que “eso es una responsabilidad de este gobierno, por que ellos han propiciado la cárcel domiciliaria para los presos mayores de 70 años, sobre todo porque pueden estar enfermos, y nosotros sabemos, y los hemos visto, que salen, violando la ley, a pasear el perro o de compras o en una bar, y tendrían que estar detrás de la puerta de entrada de sus casas”