El Concejo de Funes aprobó un aumento del canon mensual que deben abonar los transportistas y distribuidores de distintos bienes de consumo. El monto no se actualizaba hacía doce años.

El pago corresponde al “Derecho de Inspección de Seguridad e Higiene”. En promedio, pagarán el valor de unos 60 litros de nafta. Pero quienes tienen domicilio en la ciudad no abonarán nada.

Entre 60 y 70 litros a distribuidores de bebidas que no sean de Funes, unos 3700 pesos al mes según el valor actual de la nafta. El monto anterior se encontraba desactualizado, ya que equivalía a unos 3 litros de nafta súper en la actualidad.

El valor de 60 litros, los distribuidores de carnes vacunas (unos 3500 pesos) y 80 litros los abastecedores de carnes porcinas u ovinas de frigoríficos (unos 4600 pesos al mes).

Quienes distribuyen productos de mar y lácteos se les cobrará unos 3 mil pesos al mes, 50 litros de nafta. Y uno de los rubros que más abonan son las desagotadoras que no sean de la ciudad. Al mes deberán pagar el valor de 100 litros de nafta.

El monto más bajo es de 1800 pesos, 30 unidades de litros de nafta, a los transportistas por cuenta propia que se ocupen de la distribución de carnes y menudencias. Por otro lado, los particulares que decidan transportar materiales de construcción provenientes de fuera de la jurisdicción deberán abonar el valor de 1800 litros de nafta, unos 10.400 pesos.

En diálogo con Conclusión Cecilio Coria, coordinador de Comercio de Funes, explicó que “a todos los distribuidores que lleguen a Funes se les va a cobrar un impuesto”.

Sobre el aumento mencionó que “la tarifa de la ordenanza anterior era una cifra irrosoria, que equivalía a tres litros de nafta súper actual”. “Ahora es una cifra un poco alta, eso habría que ir viendolo. También aclaró que no todos van a pagar lo mismo, sino que será discriminado por rubro. Y a los comercios no se le va a cobrar. Nosotros queremos proteger el comercio local”.

El funcionario de la vecina localidad descartó que esto repercuta en los precios al consumidor final, ya que la mayoría de los proveedores que ingresan son empresas grandes que tienen una precio predeterminado para el público.

Martín Papini, secretario de Gobierno, destacó que «esta ordenanza no es nueva, lo único que hicimos fue actualizar las alícuotas, que se va a aplicar con un control en la vía pública y los comercios».

Papini remarcó que la iniciativa tiene como fin la protección del comercio local, ya que «le dará ventaja competitiva a la mercadería elaborada localmente«. Al tiempo que indicó que «no debería trasladarse a los precios«, ya que «no es por producto, sino un canon anual como cualquier producto».

Este incremento del canon cosechó críticas por parte de la oposición funense. El ex secretario de Gobierno Gonzalo Miranda Aguiar (UCR – Cambiemos) calificó de inentendible e inoportuna la decisión. “Cuando debemos estar pensando en políticas para que al vecino le alcance para comprar bienes de consumo básicos; cuando debemos acompañar al sector comercial eximiniendolo de tasas tras dos meses casi sin actividad, se toma una acción en contrario. Van a encarecer la vida de todos los funenses, todos sabemos que esto se traslada a los productos y actúa como un impuesto al consumo. Es una medida inentendible e inoportuna.” señaló Miranda Aguiar.

“Deberíamos comprender que en un alto porcentaje lo que consumimos proviene de afuera de la ciudad. Recaer sobre los transportistas que nos proveen es un error. Esto va a impactar de manera directa en el bolsillo del vecino. No podemos poner en riesgo la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables”, advirtió el ex funcionario.

El dirigente radical pidió defender al comercio local: “Vamos a terminar incentivando que sea más barato comprar en Rosario o Roldan donde existe variada oferta a poca distancia de Funes, y allí perjudicaremos al Comercio Local. En lo que hace a los alimentos, no es una buena medida, debe corregirse”.