En el marco del envío de un proyecto del intendente Pablo Javkin al Concejo Municipal para generar una nueva ordenanza de control económico financiero de inversiones en Rosario, la concejala Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular), aseguró que “si queremos bajar los niveles de violencia en la ciudad se debe controlar el origen de las grandes inversiones”.    

La edila recordó que “hace tiempo que pedimos por un control más minucioso del municipio sobre los grandes emprendimientos comerciales, sobre todo en aquellos rubros utilizados con frecuencia para el lavado de activos” y agregó: “Desde el año 2016 que intentamos que el Concejo se expida en una actualización de la ordenanza vigente. Debemos garantizar de manera más eficiente y eficaz la transparencia, el origen y la trazabilidad de las inversiones que se hacen en la ciudad”.

Te puede interesar: Gigliani, tras el discurso de Javkin: «Pasemos de la declamación a la acción»

Si bien el organismo con competencia directa es la Unidad de Investigación Financiera (UIF) y debería mejorar su accionar, Gigliani explicó que “hay una información de cercanía con la que cuenta el municipio al ser quien habilita los emprendimientos y otorga los permisos de edificación que obliga al Ejecutivo a mejorar el control sobre las inversiones”. 

En abril del año pasado, el propio ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Jorge Lagna, dijo en su visita al Concejo que “había que secarles los bolsillos a los grandes lavadores de dinero del narcotráfico”.

Para Gigliani, el rol del municipio debe ser más activo. “Si queremos disminuir los niveles de violencia y sangre, debemos controlar el origen de los fondos que llegan a través de inversiones para la ciudad”, describió.

La concejala propuso ampliar la ordenanza 9204/14 e incorporar al sistema de control emprendimientos como playas de estacionamiento, guarderías náuticas, hostels, hoteles y alojamientos transitorios para turistas. «Desde el año 2016 tenemos presentadas iniciativas que van en esa dirección. Es fundamental alentar y generar la llegada de inversiones, pero igual de importante es que el origen de las mismas provenga de actividades lícitas”, amplió Gigliani y cerró: “Hoy la ordenanza sólo habla de control sobre las inversiones de propiedad horizontal, dejando afuera a los fideicomisos, que hoy es la figura más usual con la que se construye en Rosario”.