Este domingo, el grupo autoconvocado “El Paraná No Se Toca” realizó una concentración en la playa seca de la Rambla Catalunya, en un evento al que llamaron “Abrazo al río”, para exigir una Ley de Humedales y concientizar sobre la problemática que aqueja a dicha zona de las islas rosarinas.

En especial, se apuntó a que los actores del río comprendan la importancia de cuidarlo, y cómo las islas de los emprendimientos que hacen modificaciones en el suelo y alteran los cursos de agua afectan este delicado ecosistema.

Conclusión dialogó con Jorge Bartoli, uno de los miembros del grupo, quien contó que el mismo nació en 2012 como respuesta espontánea a una ley que había sancionado la legislatura entrerriana que promovía el cultivo de arroz a escala industrial en la zona de islas, lo cual daba por muerto a los territorios que hoy conocemos como humedales, específicamente en toda la zona de islas que se ubican frente a Rosario.

Para Bartoli, dichos sistemas, tan frágiles, son a la vez tan valorados por ser nuestra fuente de agua dulce, entre otros beneficios. “Las dos grandes amenazas son el avance de la frontera agropecuaria sobre estos territorios, y el avance de la frontera inmobiliaria. Específicamente, los humedales de altura, o los humedales de montaña, tienen otra problemática referida a la megamineria. En el aspecto inmobiliario, uno de los que aqueja a Rosario, también se vuelve muy palpable en la zona de Buenos Aires, del delta del Tigre, donde hay un feroz avance inmobiliario sobre estos territorios, que son ecosistemas que antes estaban desconsiderados y hoy el paradigma ha cambiado”, aseguró el miembro del grupo manifestante.

De esta forma, este grupo de kayakistas, tanto con esta actividad como distintas otras, se encuentran promoviendo la concientización y el dar visibilidad a la necesidad de que se sancione definitivamente una ley nacional que defienda los humedales. “Hay un proyecto que ya tiene media sanción del Senado y duerme la siesta en Cámara de Diputados yendo de una comisión a otra”, concluyó Bartoli.