La organización El Paraná no se toca informó que hay focos activos al norte del arroyo Los Porteños, cerca del arroyo Paranacito, y en la zona de riacho Barrancoso. Además, sostuvo que hay pruebas de que estos incendios fueron intencionales.
La ONG ambientalista El Paraná No se Toca aceptaría la propuesta del gobierno santafesino de determinar una veda parcial para la pesca comercial y la habilitación de la pesca deportiva con devolución.
Un grupo de pescadores se establecieron en el puente Rosario-Victoria, en la ruta nacional 168, en el ingreso a la ciudad de Santa Fe y en el kilómetro 51 de la Autopista Brigadier López a la altura de la localidad de Maciel. Esperan para las próximas horas la apelación a la medida.
Reptiles, comadrejas, hurones, tortugas y aves son algunas de las especies afectadas por el fuego, el cual "diezmó la numerosa fauna del humedal" dejando un panorama desolador, según señalaron desde la agrupación El Paraná No se Toca.
Organizaciones ligadas al cuidado del río y la preservación de los humedales, se juntaron en el parque España para "abrazar" al río Paraná, debido a los problemas de derivados de los incendios voluntarios que invaden a las islas.
Los ambientalistas requieren que en forma cautelar se declare la veda temporaria para la pesca en ríos, de tipo comercial y deportiva.
El grupo ecologista El Paraná No se Toca expresó su preocupación por la bajante en las aguas del río y pidió que el ministro de Producción de la provincia, Daniel Costamagna, controle de "forma urgente" la pesca y la caza en el afluente.
Desde la agrupación ecologista impulsaron una denuncia en Fiscalía Penal de Victoria para que se investigue a los responsables.
En la cuarta emisión del "Grito de la Tierra", visitaron Conclusión integrantes de una agrupación que viene trabajando a destajo con la intención de disminuir el impacto ambiental en nuestro río.
Nos adherimos a la convocatoria nacional para decirle basta al extractivismo”, le dijo a Conclusión Laura, integrante de Marea Roja.
Este domingo, integrantes de “El Paraná No Se Toca” y otras personas autoconvocadas se concentraron en la playa seca de la Rambla Catalunya para visibilizar la importancia de la conservación de estos territorios y la problemática que los aqueja.
Abrazado a una imponencia que roza con lo místico, el gigante caudaloso soporta con estoicismo los embates de la desidia humana que atentan no sólo contra sus aguas, sino también contra su flora y su fauna.