El 17 de marzo de 2016 quedará en la historia para los mercantiles rosarinos. A un año y cuatro meses de la sanción de la ley provincial 13.441 de Descanso Dominical, el Concejo Municipal aprobó por 21 votos a favor a 6 en contra la ordenanza de adhesión al cierre de comercios de grandes superficies, de más de 1200 metros cuadrados, los días domingos y feriados patrios. La medida empezará a regir a partir del 1 de julio de este año.

De esta manera, Rosario se suma a las veinte localidades santafesinas en donde ya regía la normativa, como Reconquista, Cañada de Gómez, Villa Gobernador Gálvez, Venado Tuerto, Santo Tomé, Avellaneda, Gálvez, San Jerónimo Norte, Rafaela, Esperanza, San Carlos Centro, Rufino, Funes, San Cristóbal, Ceres, San Justo, Sunchales, Pérez, San Jorge y Recreo.

Luego de que la comisión de Producción del poder legislativo rosarino y la comisión de Gobierno aprobaran previamente el expediente de adhesión a la ley, con ligeras modificaciones como el paso de 120 metros cuadrados a 1200 la superficie máxima, tras una larga sesión y con opiniones de toda índole el Concejo aprobó la medida que permitirá a los trabajadores tener un merecido descanso los días domingos. En la votación posterior a la adherencia a la ley, se decidió quitar el artículo 3 que especificaba la creación de un observatorio para estudiar la evolución del impacto causante de la medida.

Pese a las presiones de Coto, las grandes cadenas de supermercados y asociaciones empresarias, principales afectadas con estas medidas, los concejales entendieron que este es un proyecto a favor de los trabajadores, en su beneficio, y no en perjuicio económico de los mismos, ni de los niveles de venta de dichos comercios.

Es que por la mañana se conoció la noticia de los primeros telegramas de despido “en virtud de la inminente adhesión de la Ciudad de Rosario a la Ley Provincial 13.441”, basándose sin ningún justificativo y equivocadamente en el artículo 219 de la Ley de Contrato de Trabajo.

A su vez, el  4 de noviembre de 2014, cuando la ley ni siquiera había sido aprobada en la Legislatura provincial, el mismo Coto ya había suspendido a 151 trabajadores de Santa Fe y Rosario. Ayer, Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos, había advertido que de aplicarse la ley habría unos “350 despidos inmediatos” por parte de las cadenas nacionales e internacionales, lo que sería un 20% de la plantilla total de trabajadores, para luego continuar hablando de “consecuencias desagradables”.

En el recinto, el edil Horacio Ghirardi aseguró que la normativa que aprobaron «garantiza el avance en los derechos de los trabajadores», y recordó al Papa Francisco «cuando se preguntó si trabajar los domingos es un acto de libertad». Fernanda Gigliani, por su parte, sostuvo que «el Descanso Dominical tiene una larga historia y un largo debate en la República Argentina», y que han «sido coherentes de principio a fin en el tratamiento de esta Ordenanza».

El concejal radical Jorge Boasso fue crítico contra los opositores a la aprobación de la ley en la ciudad, y disparó: «Algunos se aterran porque la gente no va a ir al shopping, a mí me gustaría que vayan al parque a fortalecer vínculos».  A su vez, también hizo hincapié en que no le van a tener «ningún tipo de miedo a Coto», y van a estar «del lado del derecho de los trabajadores».

Otra declaración firme fue la de la concejala María Eugenia Schmuck, quien dijo que «es una vergüenza que las cadenas digan que el Descanso Dominical afecta las ventas», y que si es así le «importa un bledo». Luego, agregó que «hay que llegar hasta el final y acompañar para que el Congreso de la Nación dicte una ley de Descanso Dominical».

El hombre del Frente para la Victoria Eduardo Toniolli aseguró que la decisión «va a parir un profundo cambio cultural en la ciudad de Rosario», y que adherir a esta norma «es contribuir a un capitalismo más humanizado».

Contrariamente, Carlos Cardozo, del Pro, aseguró que «quizás para otras comunidades esta ley de cierre, y no de descanso, sea factible, pero para Rosario no», y Alejandro Rossello, del mismo bloque, sostuvo que «hay trabajadores que necesitan trabajar los domingos y comercios que podrían irse de la ciudad».

Martín Rosúa, de la Unión Cívica Radical, manifestó que «la medida es perjudicial para la ciudad, consumidores, empresarios, pero sobre todo para los trabajadores», dando ejemplos sobre la situación que se vive en Francia, donde «se está reviendo la ley porque los domingos la gente tiene que ir a Londres a realizar las compras», que luego fue respondido por el edil Sebastián Chales.

El justicialista Diego Giuliano, también desmintió otras informaciones que se habían dado en días anteriores, que aseguraban que desde la implementación del Descanso Dominical en Venado Tuerto hubo un 28% de despidos.

Lorena Belegni, del bloque Partido del Progreso Social, denunció que «se presiona al trabajador a renunciar a derechos a cambio de sostener su situación laboral».

Desde Empleados de Comercio esta mañana se había publicado un comunicado en el cual se repudió el accionar de Coto, asegurando que «una vez más, haciendo gala de su rechazo a la vida en Democracia, pretende desconocer una Ley Provincial que sancionó la Legislatura santafesina y que luego promulgó el entonces gobernador Antonio Bonfatti».

Con Rosario ya son 21 las localidades que se adhirieron a la ley, que contempla el cierre de los comercios mayores a 1200 metros cuadrados, con ciertas excepciones para no afectar la vida cotidiana de las personas, los domingos, y los días reconocidos como feriados nacionales y el día del empleado de comercio.

 

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