Avanza la investigación por presuntas prácticas extorsivas a vendedores ambulantes por parte del gremio que los nuclea.
El tema irrumpió en la agenda cuando algunos días atrás, un grupo de comerciantes informales se movilizó hasta el Concejo para visibilizar su denuncia.
La dueña de un carrito del Parque Independencia ya había realizado una denuncia en Fiscalía, alegando que había recibido ataques a balazos en el frente de su vivienda en Biedma 2200 y el incendio de su puesto de venta de sánguches calientes.
Ahora, la investigación, que lleva adelante el fiscal Matías Edery, sumaron una prueba que podría inclinar la balanza: los supuestos recibos que los puesteros abonaban al Sindicato de Vendedores Ambulantes (Sivara).
Alrededor de 15 vendedores denunciaron que desde el gremio les reclamaban pagos de entre 300 y 500 pesos diarios para dejarlos trabajar.
Según afirmaron desde Fiscalía a Conclusión «se terminó de recabar toda la información que se buscaba, se tomaron todos los testimonios de los denunciantes (más de 15 personas) y otras tantas que dicen ser testigos de hechos que se denuncian. Se cautelaron todas las cámaras de seguridad de la zona de los hechos denunciados y se está relevando».
Hay medidas en reserva por el momento.
Los cálculos hablan de montos que podrían permitir recaudar más de un millón de pesos mensuales.
El relato que prestaron al fiscal detalló que «personas cercanas al sindicato» rondaban por los puestos con un talonario donde figuraban los montos a ser pagados, que luego los puesteros debían saldar en la sede gremial, en 27 de Febrero al 900.
Además, puntualizaron que si había demora en los pagos, la cordialidad era abandonada y se les exigía la dádiva en otros términos.
Desde las redes sociales, el acusado, Alberto Adrián Ribadero, conocido como Beto Riba (por su actividad en la escena musical), titular del gremio Sivara, negó enfáticamente estas acusaciones.
Y señaló a los propios inspectores de Control Urbano como quienes «cobran coimas», a los puesteros que no están en regla.
