En el centro de la tradición El Hornero existe un espacio llamado Los Herederos de Fierro Esgrima Criolla, donde se aprende parte de la historia del gaucho argentino y las costumbres con las que vivía en tiempos de «hombres bravos».

El objetivo de este grupo es generar el encuentro entre las personas y la tradición argentina a través de esta disciplina que data de cientos de años y que llegó a la Argentina a través de la esgrima española. Una vez adaptada al gaucho y sus vivencias se convirtió en esgrima criolla.

Los Herederos de Fierro se reúnen todos los lunes a las 19 en Juan Manuel de Rosas 1147, para aprender no solamente las técnicas que hacen a la esgrima criolla, sino también a hablar de los valores que pregonan la tradición nacional.

Conclusión dialogó con Federico Alassino y Matías Allegranza, profesores de esgrima criolla, quienes contaron sobre la actividad y la importancia de acercarse, de volver a la tradición y a las costumbres.

Allegranza mencionó que esta disciplina es «básicamente la forma en que combatía el gaucho con sus armas gauchas: el facón, el rebenque, la boleadora, la chuza y el poncho».

«El poncho básicamente cumplía dos funciones, como un escudo o como un arma secundaria que podía distraer al oponente. Todas las armas y elementos del gaucho eran de uso cotidiano así que era el poncho una prenda para el frio y la lluvia«, agregó el entrenador.

Por su parte, Alassino explicó que lo que están «dando a conocer y recreando es el estilo de combate del gaucho. Su modo de combate era inherente a él. Él desarrolló un tipo de esgrima particular. Estamos aludiendo a un sistema de combate con armas blancas, el facón, y criolla porque si bien tiene antecedentes hispanos, es generada en nuestro suelo».

«El facón es un arma que tiene dimensiones particulares, tiene entre 30 y 40 centímetro de hoja, es decir que está delimitando un área de combate. A diferencia de la espada, que puede tener entre un metro diez de hoja y un cuchillo que tiene entre 15 y 20 centímetros de hoja, está diferenciando lo que es la esgrima gaucha, de la esgrima tradicional y la de cuchillo», agregó.

Al consultarle sobre la seguridad a la hora de practicar este arte marcial, el profesor aseguró que «toda práctica de arte marcial es cuidado. Usamos facones de madera, usamos cascos, guantes, pecheras. Tenemos facones reales de muestra para que los chicos sepan cómo era el arma. Hacemos prácticas individuales. En el combate se usan los facones de madera«.

Para los especialista en este sistema de combate, parte del entrenamiento tiene que ver con «valorizar y el honrar, respetar y conocer nuestra tradición. Es fundamental para los tiempos que corren. Conocer lo nuestro, de donde procedemos, que es lo que nos define como argentinos. De una manera u otra queremos aportar nuestro granito de arena para que los que vengan conozcan la imagen del gaucho y la tradición».

Alassino concluyó: «Tenemos un caudal de música, arte y baile. Pero también de sabiduría y queremos darlo a conocer«.