La tradicional parrilla Don Leo dice adiós y se despide de la popular avenida rosarina. El amplio salón gastronómico, ubicado en Pellegrini al 900, no pudo soportar la crisis y se vio obligada a cerrar sus puertas.

Desde abril del año pasado la SRL gastronómica se encontraba en concurso preventivo de crisis, con un pasivo superior a los $2,8 millones. Y aunque los gerenciadores alcanzaron a presentar un plan de pagos, algunos de sus acreedores no lo acompañaron de ninguna conformidad y la crisis desatada por el coronavirus se terminó convirtiendo en la estocada final para la tradicional parrilla.

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“Ya venía con problemas, venía con concurso y de hecho ni siquiera llegaron a abrir sus puertas tras haberse decretado la cuarentena”, contó en diálogo con Conclusión el secretario gremial de los trabajadores gastronómicos, Sergio Ricupero y agregó: “La venían remando, pero con el coronavirus se hizo imposible y lamentablemente entraron en quiebra”.

En su planteo inicial para solicitar el pedido de apertura de la convocatoria de acreedores, la empresa había argumentado una disminución drástica de la clientela, en el contexto de una estructura de gastos alta y créditos tomados que no se podían afrontar.

La determinación de quiebra la tomó el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la 12ª Nominación, a cargo del juez Fabián Bellizia

Ante esta situación, 12 trabajadores hoy quedaron sin empleo.

Contexto de pandemia

El panorama viene complicado para todos. Según contó Ricupero a este medio, si el Estado decide sacar la ayuda del ATP “se va a profundizar la crisis del sector”, que ya lleva dos semanas de apertura y funcionamiento “limitado” en la ciudad de Rosario.

“No es mucho el tiempo que llevamos abiertos, y muchos todavía no abrieron, están esperando a fin de mes, a ver qué pasa”, reveló y advirtió: “Esperemos que no se quiera volver atrás con las fases y las aperturas, porque aunque ahora no estamos funcionando normalmente, más se pierde con los locales cerrados”.

Por último, con preocupación y angustia reconoció que de empeorar el panorama, se podría perder el 50% de los puestos de trabajo del sector. “Hay que ayudar a la actividad para que no se pierdan los puestos de trabajo”, concluyó.