El precio de los aumentaron casi un doble en lo que va del 2018. Tal es el caso que, la renovación de los contratos vienen con incrementos del 35 al 40 por ciento, tanto en locales comerciales como en particulares. En el caso de las viviendas el costo anual rondaría entre un 60 y un 70 por ciento, así lo afirmaron desde la Concejalía Popular.

Hoy en día, un alquiler representa alrededor del 50% de un ingreso promedio; contando impuestos, expensas y servicios llega al 70% y la tendencia es que siga subiendo.

En el caso, de los comercios, la situación resulta más que preocupante ya que, en la mayoría de los casos, para renovar los contratos de alquiler les solicitan entre un 35 y un 40 por ciento de incremento.

«Sabiendo que los pequeños comerciantes vienen soportando la presión tributaria, que tienen que soportar presión tarifaria, la caída del mercado interno y de la actividad económica, hoy no le aceptan mantener el valor del alquiler o un ajuste racional», señaló el Nire Roldán en diálogo con Conclusión.

Como consecuencia de dichos incrementos, según afirmaron desde la organización, aumentaron el paralelo, el cierre de los locales y también la fuga a otras zonas de locales históricos.

«Los intermediarios del negocio y la presión inmobiliaria hacen que les trasladen el costo de la crisis directamente al pequeño comerciante, lo que los obliga al cierre», sostuvo Roldán.

En el caso de las viviendas, los valores para la renovación del alquiler están entre un 35 y un 40 por ciento para inmuebles de 1 y 2 dormitorios.

En tanto, a los inquilinos se les plantea un ajuste en el contrato semestral que resulta en un costo anual de cerca del 60 y 70 por ciento».

«Los contratos de alquiler de la gente tienen que estar vinculados a los salarios de los trabajadores y no de una forma tan descolgada que hace imposible que el inquilino lo pueda afrontar», concluyó el presidente de la Concejalía.