Valeria lleva adelante una lucha por la utilización del cannabis medicinal. Todo comenzó con la enfermedad de su hijo y el pronto mejoramiento que notaron junto a su esposo en la calidad de vida no solamente del pequeño sino también del entorno familiar.

Este viernes se presentó el libro “La historia de Mamá Cultiva”, de Valeria Salech, activista a nivel nacional por la utilización del uso medicinal del Cannabis y fundadora de Mamá Cultiva.

Conclusión dialogó con la autora en el marco de la presentación de su libro, que acompañó un colectivo de mamás rosarinas que luchan por la aprobación del cannabis para uso medicinal. “Esperamos es brindarle a la sociedad una herramienta inspiradora de cambio social”, destacó Salech.

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“La lucha siempre fue colectiva pero no lo sabíamos”, sostiene al referirse al colectivo de madres que eligen esta “medicina natural” que, a pesar de una ley que avala el autocultivo para fines que tengan que ver con la salud, no es contemplada por el Estado, ni en su estudio ni en su aplicación.

Sobre esta ley, Salech cuenta que “es letra de molde porque no se cumple, no se aplica, hoy el Estado no cultiva, no permite que se cultive, no importa. Comenzaron con un estudio que se hace en el hospital Garrahan que en principio era para cien pacientes y hoy solamente son dos pacientes los que hacen uso de eso”.

Sobre la experiencia que tuvo comienzo en Rosario con el colectivo de ocho madres que cultivan para sus hijos, la fundadora de Mamá Cultiva expresó que “me encanta porque eso resume todas las preguntas: hay un colectivo de mujeres comprometidas con la salud de su comunidad y hay un estado que le niega la salud”.

Una ley de las madres

La ley que permite el uso del cannabis medicinal fue aprobada por el Senado en marzo de este año. Si bien no permite el autocultivo, la norma habilita a organismos públicos como el Conicet y el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) a llevar adelante el cultivo de la planta de cannabis “con fines de investigación médica y científica” y a elaborar las sustancias para los tratamientos.

También permite a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) llevar a cabo “la importación de aceite de cannabis y sus derivados” que suele utilizarse en casos de enfermedades neurológicas y establece que la provisión a los pacientes debe ser gratuita.

Entre quienes impulsaron la ley, se destacan las agrupaciones de madres como Mamá Cultiva, cuyos hijos padecen enfermedades como la microcefalia o la epilepsia y que en los últimos años se volcaron al cultivo de la planta para obtener sustancias como el aceite de cannabis, utilizada para paliar ese tipo de padecimientos.