Marina Fernanda Aragunde, quien presuntamente logró dar con su madre después de 24 años tras haber sido secuestrada a los 4 años por una presunta venganza narco y luego fue «vendida» a otra familia, contó emocionada que el reencuentro con su madre «fue mágico».

«El reencuentro fue mágico. Cuando nos vimos no la reconocí al instante pero al abrazarla me volvieron todos los recuerdos y las sensaciones», dijo Marina. «Estaba mi tío también. Cuando bajó del taxi le hice un juego que el me hacia cuando era chiquita y se puso a llorar, fue muy fuerte», contó.

«Tengo muchisima memoria desde siempre y los recordaba porque el trauma fue muy grande», agregó.

Sin embargo, según publicó el diario La Nación la joven confirmó que se realizó una prueba de ADN que dio negativo. Y dijo que espera los resultados de una segunda prueba, ya que considera que la muestra tomada para realizar la primera no fue realizada correctamente.

La historia

Marina, de 28 años, fue secuestrada cuando era una niña en la localidad de Marcos Paz por una presunta venganza narco relacionada a sus familiares, recuperó su identidad hace cuatro meses al reencontrarse a través de una página de Facebook con su madre biológica, que no dejó de buscarla en casi un cuarto de siglo.

«Yo reconocí a mi madre biológica por una foto de facebook en la que aparezco de chiquitita con ella, después vi un video que publicó en el que decía que me estaba buscando y no me quedaron dudas, pero igual tardé una semana en escribirle», reveló Marina.

«Mi mamá biológica me contestó inmediatamente, me pasó el whatsapp y estuvimos hablando toda la noche», señaló.

En esas primeras comunicaciones, madre e hija hablaron luego 24 años sin poder hacerlo. La madre le contó que la buscó siempre y nunca dudó de que ella estuviera viva.

 

La mujer publicó fotos en redes sociales buscando a su hija, habló con una envasadora de yerba mate para que publicaran su cara en el empaque y hasta se comunicó con el FBI.

Marina relató que la madre le confesó que hasta su reencuentro se sentía muerta en vida.

Por su parte, Marina le contó a su madre en sucesivos mensajes que hace tiempo se alejó de sus apropiadores, que tuvo hijos y se casó, pero nunca dejó de sentir que de alguna manera iba a recuperar su identidad y que volverían a estar juntas.

«Ella sentía que yo estaba viva y estaba bien a pesar de que no tenía ninguna información de nada», remarcó Marina que ahora lucha por recuperar la identidad que le fue quitada hace 24 años.

El 1º de febrero de 1995 Marina Fernanda Aragunde fue secuestrada a la salida del jardín de infantes al que asistía en Marcos Paz, localidad bonaerense donde residía con su familia.

El caso produjo una enorme conmoción pública y una larga búsqueda de la Policía que incluyó desde rastrillajes en la zona y allanamientos hasta en Tierra del Fuego, que invariablemente dieron resultados negativos.

Ocho meses después del rapto, su abuelo y su padre, Horacio y Fernando Esquivel, fueron detenidos y acusados de integrar una banda narco que también cometía robos a comercios.

Marina está convencida de que el motivo del secuestro fue dañar a su abuelo porque, dice, quien la raptó era «una de las mujeres de mi abuelo».

En ese sentido, Marina dijo: «A mí me secuestraron y me vendieron en Mar del Plata a una familia para hacerle daño a mi abuelo, pero no vieron que le hacían daño a mi mamá».