La situación en la Escuela 1396 del barrio Santa Lucía es preocupante. Lo que empezó como una gran esperanza de mejorar las condiciones de la institución que alberga cerca de 300 estudiantes, a través de una gran inversión llevada adelante por Nación, hoy les representa un calvario, ya que el colegio perdió espacios claves como los patios y los niños se ven obligados a utilizar baños químicos.

En 2016, el colegio quedó seleccionado como una de las escuelas de la provincias a las que se le adjudicarían obras por parte del Ministerio de Educación de la Nación. La misma constaba de cuatro nuevos salones en uno de los extremos de la escuela y de un SUM (salón de usos múltiples) y baños en el otro, con fecha de inicio el 17 de abril de 2017 y con una inversión de $14.241.610,69.

Tras varios años de avances, la Escuela 1396 era en la actualidad la única en Rosario donde se estaban realizando obras. Sin embargo, desde Nación los fondos dejaron de llegar y hace un mes y medio la constructora se retiró dejando la obra inconclusa, luego de que los obreros estuvieran cuatro meses sin cobrar.

“La obra está terminada en un 60%. Falta un 40%, pero que es una parte determinante ya que los salones, el SUM y los baños están levantados, pero faltan todas las terminaciones”, explicó a Conclusión Mónica Rodríguez, delegada del colegio, que luego continuó: “Hoy por hoy no tenemos baños, porque tenemos cuatro baños químicos y los que usábamos siempre en realidad ya están para demoler, porque no dan más, están totalmente rotos. No es digno. Tampoco tenemos patio, porque está cercado y la obra se fue”.

La delegada además habló sobre la peligrosidad que la obra inconclusa representa para los estudiantes y los que circulan por la escuela, y denunció que “el protocolo de seguridad de una obra nunca se cumplió como se tuvo que cumplir”.

“Lo separa el pedazo de patio que quedó sin cercar de la obra es un alambrado y una media sombra verde con palos y atada con alambres. Todo precario. A la vez, la están desmantelando, porque el sereno, que era el que cuidaba la obra, era un contratado de la constructora. Por lo que ahora no hay nadie cuidando”, expresó Rodríguez.

Representantes de la escuela se reunieron este martes con el Ministerio de Educación provincial, pero desde allí les respondieron, básicamente, que como los fondos venían de Nación quienes debían dar respuestas eran precisamente ellos.

Como agravante de la situación, la escuela actualmente desarrolla jornadas ampliadas, por lo que el turno tarde cursa de 11 a 17.30 y el turno mañana de 11 a 14.30. “Desde las 11 hasta las 14.30 tenés a todo el segundo ciclo dentro de la escuela. Estamos dando clases de a tres grados en un salón, por el tema de que no tenemos espacios”, explicó la docente.

Abrazo solidario

Este jueves, los familiares de los alumnos de la escuela encabezaron un abrazo solidario a la institución, impulsados por la preocupación generada a raíz de la obra inconclusa.

Acompañados por los gremios Amsafé y ATE y por instituciones del barrio como el Centro de Salud, el Jardín de Infantes y el Centro de Convivencia Barrial (CCB), las personas dieron una simbólica vuelta a la manzana con el objetivo de visibilizar la problemática que les toca de cerca.

Tanto los familiares como los representantes educativos de la escuela saben que el reclamo recién comienza, y piden que se solucione de la forma más rápida posible para que los chicos puedan estudiar en condiciones dignas.

En el mientras tanto, desde el Gobierno de Santa Fe les prometieron que una arquitecta, jefa de Infraestructura de la provincia, se acercará al colegio para intentar reacomodar la principal problemática, que son los baños para que puedan ser utilizados por los estudiantes del establecimiento.