Minutos pasadas las 14.30 comenzó este jueves la sesión en el Concejo municipal, cuando el dólar ya se había llevado puesta la barrera de los $40 para alojarse, centavos más centavos menos, en esa franja hasta el cierre, a pesar de una infructuosa intervención del Banco Central.

El cuerpo, cuya incidencia en la macroeconomía o el mercado cambiario es nula, discurrió la jornada en carriles normales, con excepción de algunos comentarios subrepticios desde bancadas peronistas sobre la negra jornada financiera, hasta el final de la sesión, cuando estallaron por el aire la institucionalidad y las formas.

Ya sin expedientes por tratarse, el concejal de Ciudad Futura, Juan Monteverde, pidió la palabra “sin saber bien qué decir” pero con la necesidad de “expresar lo que le está pasando a un montón de gente afuera”.

En una jornada negra para la economía, Monteverde no quiso dejar pasar inadvertida la situación y buscó el protagonismo hacia el final de la sesión.

“Estamos en un día donde todo se va a la mierda, no hay otra forma decirlo”, lanzó Monteverde, quien ante el pedido del presidente del cuerpo, Alejandro Roselló (Pro), para que cuidara las formas, contestó que “es mucho peor lo que ustedes están haciendo que una palabra fuera de lugar”.

“Hay algo mal si terminamos la sesión de hoy como si no pasara nada. Por lo menos desde la política tenemos que poder expresar esa angustia que hoy siente un montón de gente. Es indignante, no nos van a dejar país”, arremetió el edil de Ciudad Futura.

Monteverde: «Cobrás 90 lucas por mes Rodrigo López Molina, da la cara, ¡rata! Con esos zapatos que tenés viven tres familias”.

Acto seguido, Monteverde apuntó directamente contra la principal figura del Pro en la ciudad, Roy López Molina.

“Este sujeto cobra fortuna, 90 mil pesos por mes, no viene a las comisiones o se va a la mitad y ahora está con el teléfono mientras un montón de gente la está pasando mal” espetó, momentos tras los cuales López Molina, seguido de algunos de sus compañeros de bancada, (Bouza, Figueroa Casas, Blanco y Ghilotti) dejó el recinto.

“Banquensé los argumentos, quedensé, justifiquen el sueldo, cobrás 90 lucas por mes Rodrigo López Molina, da la cara, ¡rata! Con esos zapatos que tenés viven tres familias”, la siguió Monteverde ante el reto de presidente Roselló, nuevamente por las formas utilizadas, impropias del recinto.

«Cuando la gente venga con el bidón de nafta a incendiar este lugar (Concejo) voy a estar con la gente»

“Los quiero ver el año que viene cuando no los vote nadie y no puedan salir a la calle”, fustigó el aspirante a la intendencia por Ciudad Futura. “Porque después, cuando la gente venga con un bidón de nafta a querer prender fuego este lugar, yo voy a estar con la gente y con la nafta. Si la política no da respuesta, la gente se lleva puesta también la política”, agregó encolerizado.

Para cerrar su exposición, y hablándole al resto de la oposición (en consonancia con su propuesta de conformar un “gran frente”), pidió hacer algo “para no entregar la ciudad y la provincia a estos delincuentes”, y dijo que depende de que estén “a la altura, para echarlos a patadas”.

Sin retorno

La respuesta vino de parte de los tres ediles de Pro que permanecieron en el recinto.

Ana Martínez, Gabiel Chumpitaz y Carlos Cardozo fueron los tres ediles del Pro que se quedaron a enfrentar las acusaciones.

Gabriel Chumpitaz, dijo que respetaba “intelectualmente” a Monteverde, por lo que apelaba a su honestidad para “que se retracte”.

“Es un momento dificilísimo pero estamos haciendo esfuerzos. No le cuestiono sus conceptos respecto a las decisiones políticas pero si los insultos, debe retractarse”, consideró Chumpitaz.

Por su parte, la concejala Ana Martínez, pidió “mantener el respeto” ya que “todos los concejales” son “iguales para todos los rosarinos”. “Hay que seguir trabajando, no se soluciona la violencia con más violencia”.

Blanco:  «Preguntémonos qué pasó cuando a un militar golpista lo elegimos presidente».

También se sumó con un pedido similar el concejal Carlos Cardozo, quien dijo que se “puede justificar un término subido de tono” pero criticó el agravio y lo referido al “bidón de nafta”.

La cuota de humor vino desde la banca de la edila de Unidad Ciudadana, Marina Magnani, quien consideró que por el precio de la nafta debería utilizar otro producto inflamable.

Fue el modo de volver a llevar la discusión al terreno de la economía, ya que aseguró que “las metalúrgicas, no pueden comprar hierros y otros insumos por las maniobras especulativas. La cuestión de fondo es gravísima en el país, responsabilidad de quienes lo gobiernan».

Continuó Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) quien dijo que “lo que pasa en el país no debe llevarnos a encerrarnos e insultarnos entre nosotros, tenemos que ser maduros, el escenario electoral del año que viene no es algo que deba discutir este Concejo».

Gigliani: «Lo que pasa en el país no debe llevarnos a encerrarnos e insultarnos entre nosotros»

En sentido similar se expresó Eduardo Toniolli (PJ) pero además pidió al bloque Cambiemos que “no se victimice” y que se “hagan cargo con el cuero de lo que dicen por Twitter, por ejemplo”.

El último bidonazo a las llamas lo brindó el macrista Agapito Blanco, ya retornado en el recinto.

Blanco criticó las adjetivaciones que “hieren y lastiman” y anunció que se retiraría, en adelante, ante cada agresión. En un rapto final, tiró: «Preguntémonos qué pasó cuando a un militar golpista lo elegimos presidente».

Rápido de reflejos y ante la oleada de respuestas y enconos que se venían, el presidente del cuerpo Alejandro Roselló levantó la sesión.

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