La despenalización del aborto es un debate que, en estos momentos, recorre el país de punta a punta. En ese escenario, el Concejo Municipal de Rosario se sumó a la discusión con el panel “Por el derecho a decidir” , que este martes propició una jornada de intercambio sobre el aborto no punible. La mesa de debate contó con la presencia de Norma Cuevas, cuya hija falleció en 2007 luego de que le fuera negada la práctica de un aborto no punible para que pudiera continuar su tratamiento contra el cáncer. Junto a ellas se sentaron Ana Clara Ferreyra y Susana Armichiardi , ambas médicas integrantes de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, la abogada Mabel Gabarra y la concejala, y organizadora del evento, Celeste Lepratti del Frente Social y Popular.

La historia de Ana María y el derecho a decidir

Ana María Acevedo tenía 20 años y tres hijos cuando le diagnosticaron un sarcoma en la mandíbula. Si bien se tata de uno de los tumores más malignos, la rápida detección del mismo le otorgaba a la joven buenas perspectivas si lo trataba rápidamente. Sus médicos la derivaron al Hosppital Iturraspe para que comenzara con el  tratamiento de rayos y quimioterapia que le habían indicado. Sin embargo, dicho tratamiento le fue negado. La segunda vez que la vieron los profesionales de esa institución le informaron que cursaba un embarazo de dos semanas de gestación. Ana María Acevedo solicitó al médico un aborto terapéutico para poder comenzar con el tratamiento oncológico. Sin embargo, desde el comité de Bioética del Hospital Iturraspe, dependiente del gobierno provincial, no sólo le negaron la interrupción del embarazo sino que se negaron a realizarle la terapia que su patología requería con el fin de preservar la vida del feto. El trágico desenlace de Ana María llegó tan sólo unos meses después. Al cumplirse las 22 semanas de gestación, los médicos, viendo el progresivo y dramático deterioro del estado de salud de la joven, le practicaron una césarea durante la cual nació una beba de 450 gramos que sólo sobrevivió durante 24 horas. Tan sólo tres semanas después,  luego de una dolorosa agonía, Ana María Acevedo falleció sin haber tenido la oportunidad de acceder a el tratamiento que podría haberle salvado la vida.

Norma Cuevas lleva largo tiempo pidiendo justicia por su hija. Y, sin quererlo, se convirtió en una referente del movimiento de mujeres. Hace unas semanas se plantó frente a los legisladores en el Congreso de la Nación, donde fue oradora en el marco de los debates que se realizan en torno a los proyectos de ley para despenalizar el aborto.

«Yo quería que le hagan la quimio para salvar su vida», contó hoy a Conclusión, luego de la charla. «Pero los médicos la abandonaron totalmente a mi hija. La abandonaron. Y la dejaron morir. Yo cuento esto para que otras mujeres no tengan que pasar por lo mismo. Yo quería que le saquen el embarazo para que pudiera hacer su tratamiento…. Los médicos y los curas que la iban a ver a ella cuando estaba enferma, no le dieron una oportunidad de vida», relató la mujer.

En relación a la historia de Ana María, Ana Clara Ferreyra, de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir señaló: «Me parece justamente que es muy importante este reconocimiento del Movimiento de Mujeres y eso se traduce en lo institucional. En el caso de Ana María Acevedo, todo lo que tenía que funcionar en el sistema de garantías de derechos funcionó justamente para avasallar esos derechos . Lo ocurrido en el Iturraspe fue un asesinato».

«La pérdida fue terrible utilizando el poder médico hegemónico del Hospital Iturraspe que le negaron la posibilidad a Ana y su beba y toda su familia. Ellos utilizaron una objeción colectiva para negar ese derecho. Celebro que Norma, con su dura experiencia pueda estar acompañandonos en este camino, aportó Susana Armichiardi, en ese mismo sentido.

Por su parte, Celeste Lepratti recordó que «esta es una lucha de mucho tiempo del movimiento de mujeres» y afirmó que «el panel es un aporte del Concejo Municipal de quienes nos sumamos al reclamo y exigimos nuestro derecho a decidir».