La organización social “Ojos que ven” funciona en el barrio Fisherton Industrial, en la zona noroeste de Rosario y, gracias a la elaboración de productos de pastelería y panificados, ya emplea a 15 personas, en su mayoría vecinos del lugar que, además de ganar un salario por su trabajo, también aprenden un oficio.

En los últimos seis meses, el establecimiento donde funciona esta unidad productiva agrandó sus instalaciones y no sólo sumó más trabajadores a su plantilla, sino que además amplió la variedad de productos que comercializan y, con ello, las ventas de los mismos.

En diálogo con Conclusión, el responsable de la organización “Ojos que ven”, David Mendieta, detalló: “Venimos trabajando arduamente, tuvimos un crecimiento de compañeros que están fuera del mercado formal, pero acá estamos para poder contenerlos. Así como hubo un incremento de trabajadores que se rebuscan el peso diario, también hubo un incremento en la producción y en la comercialización”.

En este sentido, destacó que la unidad productiva es “una herramienta que se construye entre todos”, y contó que las personas que se suman a la organización tienen la libertad de proponer qué producto les gustaría elaborar.

“Cuando las iniciativas vienen de los mismos trabajadores, la llevan adelante con prolijidad, dedicación y trabajo”, apuntó Mendieta, quien también indicó que el lugar donde funciona la organización estuvo unas semanas en remodelación, y que hace un mes volvió al ruedo.

>>Te puede interesar: “Ojos que ven”: una organización que fomenta la capacitación y el trabajo en Fisherton Industrial

Consultado por la cantidad de personas que trabajan en “Ojos que ven”, manifestó: “Hoy contamos con siete personas a la mañana y siete personas a la tarde, en promedio. Algunos son asalariados con el programa Potencias Trabajo, otros no”.

A su turno, la coordinadora de unidad productiva Priscila Díaz comentó ante este medio que la organización comenzó elaborando alfajores de maicena, pastafrola y tortas tofi y de coco. Sin embargo, el proyecto fue creciendo y obligó a incorporar nuevas producciones, como magdalenas, bizcochuelos de todos los tamaños y rellenos, tarta de manzana, lemon pie y tartas frutales.


“Tratamos de hacer lo mejor posible. Lo que sale mal, no se comercializa”, aseguró Díaz, quien indicó que en el local también se brindan cursos formativos de elaboración y decoración de tortas y panificación.

La unidad productiva trabaja con pedidos, tanto particulares como para comercios. “Tenemos Facebook e Instagram en donde tomamos pedidos. También vendemos a los negocios”, detalló la coordinadora de Ojos que ven.

Por último, hizo un balance del crecimiento que la unidad productiva tuvo en el último tiempo: “El proyecto inició en casa, con una cocina que era mía, chiquitita, y hoy ver que tenemos un local productivo, con más de 15 mujeres trabajando, te llena el corazón y te hace ver que algo bueno estamos haciendo”.