Por Federico Morel

La esquina de Maipú y Mendoza es una intersección conocida y transitada en la ciudad a lo largo del día. Allí, desde hace varios años, pasa la mayor parte de sus días Ramón Oviedo Sosa, un joven de casi 35 años (cumple el 10 de julio) que, literalmente, «vive y trabaja» en la zona. Pero también, duerme en uno de los ingresos de una cochera sobre la calle Maipú.

«Yo me quedo acá porque me conocen todos», dice sonriente el amigo del barrio. Y agrega: «Mi papá trabajaba acá al lado de una carnicería. Tengo recuerdos de mi familia de mi papá que era re bueno y de mi mamá que está en mi corazón«.

Un vecino, amigo de Ramón, Alejadro Novillo, fue quien decidió avanzar en una campaña solidaria por el cumpleaños del histórico del barrio el 10 de julio, con el objetivo de juntar donaciones de ropa y comida, y que sorpresivamente se viralizó en Facebook, con una dinámica muy importante.

Ramón habló con Conclusión y contó que «estoy muy contento porque me juntan la ropa y después me lo van dando».

Al consultarle sobre quien guarda sus donaciones y regalos, él dijo que «el dueño del perrito me lo guarda y me lo tiene ahí», menciona señalando la casa de Novillo.

Esta hermosa persona los que muchos conocemos como Ramón,ese indigente al que la vida le jugó una mala pasada y hoy día…

Posted by Alejandro Novillo on Sunday, June 30, 2019

 

Rosario es solidaria

Alejandro Novillo, un jubilado que cobra la mínima y que vive sobre calle Maipú, es el responsable de organizar y gestionar las donaciones y regalos que le hace llegar la gente a Ramón, ya que, el vecino de 37 años en el barrio y Ramón se conocen hace mucho tiempo.

Un antecedente previo a esta campaña solidaria, según Novillo, fue La navidad de Ramón en el año 2017. «La gente de Rosario es muy solidaria. Trajeron infinidad de comida y ropa pero en ese tiempo Ramón estaba hostigado por dos personas que se les sacaban las cosas. A partir de ahí, empecé a guardarle las cosas y él las busca acá».

Sobre el objetivo de la campaña, el jubilado dice que «la provincia no da mucho para los indigentes más allá de los lugares que están abarrotados de gente. Entonces nuestra propuesta era darle a Ramón un aliento para que tenga unos días felices».

 

«Ramón no quiere ir a ninguna institución porque tiene miedo que lo dejen ahí. Más vale vivir un día como rey que cien de pobres. Se está trabajando en conseguirle una pensión, de conseguirle una casita o una pieza para que este resguardado, para que vayamos arrancando un mejor horizonte para el amigo. Todo lleva un tiempo», concluye Novillo.