La secretaría de Control y Convivencia municipal llevó adelante múltiples intervenciones diurnas y nocturnas en diversos puntos de la ciudad en los cuales se efectuaron controles de documentación y elementos de seguridad al volante así como también de las condiciones de conducción para lo cual, se practicaron test de alcoholemia y narcolemia.

El secretario de Control, Gustavo Zignago, detalló que entre el jueves a la noche y este domingo, se concretaron más de 400 controles vehiculares a partir de los cuales se remitieron al corralón municipal 151 vehículos. Cabe destacar que 28 de ellos fueron trasladados por dar positivo a sus conductores el test de alcoholemia y 6 por narcolemia.

El viernes a la noche tuvo lugar un extenso procedimiento antipicadas en zona norte en el que se remitieron 32 autos y 70 motos por diversas faltas a las normas de tránsito. Siete de esas remisiones tuvieron que ver con alcoholemias positivas. El jueves, por su parte, hubo 21 traslados, nueve por alcoholemia y dos por narcolemia. Un conductor reunió ambas infracciones, siendo su concentración de alcohol en sangre de 1.80, el máximo medido en la jornada.

El sábado se llevaron a cabo 15 remisiones, 5 por irregularidades en documentación y seguridad, los restantes por alcoholemia, siendo de 1.74 el nivel más alto que se haya medido. También se registraron dos casos de narcolemia.

En tanto, en la mañana del día domingo hubo dos casos más detectados a partir de patrullajes preventivos. El primero, en Belgrano y Buenos Aires con 0,73 gr/l de alcohol en sangre y el segundo en Pellegrini y Crespo con 1,21 gr/l. Ambos vehículos terminaron en el corralón municipal.

«Creemos que el control es el mejor modo de prevenir y garantizar seguridad a los ciudadanos que circulan por Rosario», indicó Zignago. «Sostenemos nuestra presencia como forma concreta y eficiente del cumplimiento de las normas», finalizó.

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