Por: Marcelo Chibotta

En Rosario, como en cualquier lugar de la Argentina y del mundo, la comunidad se da diferentes formas de organización social. Su componente básico es el mismo hombre y por ello cada una de ellas responderá a los objetivos que decidan establecer sus integrantes, de acuerdo a sus valores y expectativas.

Más allá de las formas jurídicas que puedan tener y de las razones de existencia que se describan en sus estatutos, las organizaciones sociales adoptan finalmente las características y objetivos que los mismos hombres que las integran les dan.

Y en virtud de ello, no debe asombrar que algunas de estas “organizaciones jurídicas” no son más que montajes vestidos con la ropa de “organizaciones sociales”. Pero ¿cómo verificarlo?

Tal vez, el mejor de los métodos sea la observación directa y la comparación entre aquello que rezan sus postulados (misión, visión, objetivos o fundamentos) y aquellas cosas que efectivamente hacen para la sociedad que las cobija.

Cuantas más personas estén involucradas, más concretos sean sus objetivos y más democráticas sean sus formas de acción, mayor coherencia habrá entre sus principios y sus hechos.

No obstante ello, hay bajo el amparo de la ley, sindicatos, clubes, asociaciones profesionales o vecinales (por citar algunas) que establecen sus acciones a través del debate en asambleas y eligen de manera periódica y democrática sus representantes.

Además hay otro tipo de organizaciones, como por ejemplo las fundaciones, que no responden a esas fórmulas de debate o posibilidades de cambios en sus instancias directivas.

Con todo ello, siempre es posible observar cuánto poder tienen estas organizaciones, qué intereses verdaderamente representan y a cuántos y de qué manera afecta su accionar concreto.

Algunas muestras

Napoleón Bonaparte solía decir que un ejemplo lo aclara todo, y por esa razón suele ser recomendable echar mano a alguno de ellos. De esta manera se podrá tener un panorama aproximado de sus diferencias o similitudes.

El Foro Regional Rosario (FRR), cita entre sus postulados generales los mismos que casi cualquiera mencionaría a la hora de instituir una estructura organizativa que pretenda, entre otras cosas, ser “bien vista” por la comunidad. Así, entre sus objetivos figura la promoción del “desarrollo regional económico, social y cultural para mejorar la calidad de vida de toda la población”.

Más adelante, afirma que la institución “no está contra nadie, pero sí contra el despilfarro, la ineficiencia, la dedocracia, la injusticia, la corrupción”.

A pesar de ello, el Foro ha puesto hasta aquí todas las resistencias posibles a la adhesión que el Concejo Municipal de Rosario debería manifestar para que la ley de descanso dominical se cumpla efectivamente y beneficie así a una de las mayores masas de trabajadores de la ciudad.

Por ello, su objetivo de “mejorar la calidad de vida de toda la ciudad” y su referencia a que “quiere comprometer la acción de todos los empresarios y trabajadores para hacer de Rosario y su región un lugar digno para la vida de la familia humana” dejan de tener sentido porque su acción no abarca a “toda la ciudad” y excluye claramente la dignidad que puede restituir a los trabajadores la mencionada ley.

La contradicción entre los fundamentos escritos y las acciones concretas, sería un caso más de aquello que bien ilustra el dicho popular cuando expone que “se borra con el codo lo que se escribe con la mano”.

Paralelamente, la Fundación Apertura, también de origen local, expresa en sus principios la pretensión de extender su influencia hacia todo el país, cuando manifiesta que tiene por misión la promoción de “estudios que redunden en el desarrollo económico, social y cultural de la sociedad argentina”.

Así como el FRR, Apertura está integrada por empresarios y profesionales, no contando con otros actores de la sociedad civil como por ejemplo los trabajadores.

En la descripción de su estructura organizativa, esta fundación expresa que la misma “se apoya en un pilar fundamental: el trabajo voluntario de 24 personas, organizadas en 12 Comisiones”.

En otro orden, y según indica en su página web, la Fundación está sostenida por el aporte en especies de las empresas: Defante S.A., Hotel Savoy, El Viejo Balcón, Savoy Gran café, Carolina S.A., Sol S.A. y la Bolsa de Comercio Rosario, además del aporte voluntario y monetario de sus propios miembros.

Más allá de la descripción de su estructura organizativa y de sus fuentes de financiamiento, la fundación Apertura supo estar cuestionada por la Asociación de Trabajadores del Estado de Rosario debido a un estudio que el matutino La Capital le adjudica en su publicación del 6 de noviembre del año pasado.

En un comunicado, la entidad gremial afirmó que: “El informe no está disponible ni en la nota del diario ni en el sitio web de la Fundación Apertura, por lo que tampoco se puede cotejar, ni indagar la forma en que fue hecho ese informe ni cuál fue la metodología. Es decir: no se puede colegir la seriedad del mismo”.

Más adelante, desde ATE criticaron duramente el hecho de que la Fundación “tras efectuar 60 entrevistas a empleados públicos” haya concluido que “el buen trabajador está harto y desmotivado porque el sistema de remuneración estatal fomenta la desidia y el desinterés».

“Es notable desde el punto de vista de la ciencia estadística que se pueda afirmar semejante conclusión, ya que de 60 entrevistas, es decir, del 0,06 del total de trabajadores del Estado (si es que se refiere solo a la Provincia; el porcentaje sería aún más ridículo si se sumaran los trabajadores de municipios y comunas) sacan una definición tajante. Sería interesante conocer la opinión de la Escuela de Estadística de la Universidad Nacional de Rosario, la más antigua y prestigiosa de Iberoamérica sobre esta encuesta” afirmaron desde la organización de trabajadores estatales.

Más allá de la reivindicación sectorial, ATE también apuntó al momento en el que se efectúa la publicación al afirmar: “Tampoco creemos que sea casual el momento en que este ‘informe’ de la Fundación Apertura se hace público. Esto se publica en el preciso momento en que la clase trabajadora en su conjunto está planteando la urgente necesidad de reapertura salarial”.

En otro orden, la Fundación sostiene sus argumentos desde el concepto de la “productividad”. Al respecto, los trabajadores estatales afirmaron: “Por lo visto en su página web no son muy productivos que digamos; de hecho no publican un informe ‘estadístico’ desde abril de 2008”.

Y más allá de lo señalado por la entidad gremial, también el secretario general de los trabajadores municipales de Rosario, Antonio Ratner, habló de lo mismo cuando afirmó que se trata de “un latiguillo que suele servir a fines no confesados a la hora de convalidar los planes de ajuste con una mayor explotación, con políticas antiobreras”.

“Tal vez una ¿reminiscencia de la década del noventa por volver?”, se preguntó con ironía el titular de los trabajadores municipales.

Asimismo, otra organización enmarcada en la lógica general de las dos anteriores, el grupo “Trascender”, también se presenta en sociedad de manera parecida.

Hace menos de un mes, el grupo realizó en la Bolsa de Comercio de Rosario la ceremonia del cambio de autoridades de la que participaron el gobernador Antonio Bonfatti, la intendenta Mónica Fein y el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos.

Más allá de una visión hacia adentro de la institución, se puede ver cómo el poder de convocatoria de ésta, como de las anteriores mencionadas, es lo suficientemente fuerte como para convocar a tan altas autoridades como no suele suceder en otros lugares de matriz más popular.

Según indica su página web, Trascender describe: “En su discurso de asunción, Carlos Cristini, nuevo presidente, explicó los ejes del Plan Anual propuesto para su período como presidente de Trascender. Los ejes de dicho Plan son: Políticas Públicas; Educación Productiva; Convivencia Ciudadana; Institucional y Actividades Estratégicas”.

“A su turno, hicieron uso de la palabra Alejandro Ramos, Mónica Fein y Antonio Bonfatti. El Secretario de Transporte de la Nación, hizo alusión a los avances en materia de infraestructura que se observan en la región, la cual debe ser líder en esta materia como asimismo debe seguir generando actividades económicas por medio del turismo. La intendente de Rosario y el Gobernador de Santa Fe elogiaron el accionar de Trascender y la relevancia de su trabajo para mejorar la calidad institucional y resaltaron la importancia del trabajo conjunto, público – privado para optimizar los atributos de la ciudad y la región”, expusieron en su sitio virtual.

Los de más abajo

Otras formas de organización social también existen en la ciudad. Con otras características y objetivos se encuentran, por ejemplo:

La Estación Misionera Franciscana María Madre de la Esperanza, conducida por la Hermana María Jordán, que se asienta en Empalme Graneros a la altura de Génova al 2500 y que desde el año 1995 avanza en sus objetivos.

Según expresa en un volante fotocopiado, la organización indica que es “una comunidad franciscana misionera inserta en la realidad de los excluidos, no solo para trabajar por ellos, sino con ellos en un proyecto de evangelización y promoción humana”.

En seguida, la orgnanización expone sus acciones: “Nos insertamos en la realidad de los excluidos para promover su dignidad y medio de vida: creemos que el amor hecho solidaridad y servicio puede vencer el egoísmo que hace sufrir a tantos hermanos”. Trascartón, formulan una pregunta: “¿Vos también pensás así?” e indican: “Tu ayuda es importante”.

La obra de esta institución comenzó antes de que tenga personería jurídica y fue con la misma llegada de la Hermana Jordán a lo que era un basural.

Por su impulso, en la zona que hoy es habitada por 10.000 personas, se comenzó a trabajar en la organización de la comunidad Toba que iba al basural donde comían y se empezaron a realizar tareas de relleno del terreno y de apertura de calles.

Después vinieron los loteos y la construcción solidaria de viviendas, además de la instalación de canillas comunitarias de donde sacar agua potable. Se trabajó además, en la documentación de muchos de quienes allí viven y en las urgencias que demandaban muchos casos de desnutrición.

Según señaló una persona que colabora en la institución: “Hoy ya no tenemos más comedores, de lo que se trata es que vuelvan a comer a la casa”.

Por otra parte, también indicó que ese es “un lugar para hacer, no para decir, ahí está el hacer. El que está acostumbrado a decir, ahí tiene que ir a hacer”.

Finalmente expresó que: “Más allá de las condiciones de cada quien, todos podamos entender que ante todo somos seres humanos y que en esa condición todos nos necesitamos”.

Actualmente la Estación Misionera Franciscana tiene una escuela de oficios, un centro de salud para niños desnutridos y provee de asistencia sanitaria, entre otras actividades. Además, trabajan en la alfabetización de adultos, en actividades recreativas y deportivas, en tareas de apoyo escolar, catequesis y talleres de costura, cocina, tejido, manualidades, higiene y salud y huertas.

Asimismo, también existen otro tipo de organizaciones sociales que responden a intereses concretos de la zona en la que funcionan. Éstas son las vecinales.

Debido a la cantidad, extensión y características de las mismas, se puede afirmar en líneas generales que estos agrupamientos sociales también son espacios en donde la acción supera a los discursos. No son organizaciones constituidas por integrantes de grandes empresas ni por quienes transitan su vida sobre el límite de lo que a la dignidad humana se refiere.

Sabido es que estas organizaciones, instaladas a lo largo y a lo ancho de las barriadas rosarinas, son una eficaz respuesta a la comunidad cuando el Estado, por distintas razones, no termina de cumplir con su obligación.

Tareas de atención primaria de la salud, la promoción de actividades artísticas o de algunos deportes, abundan en las vecinales.

También estas instituciones, ofician de voceros de las demandas de mejores servicios que la comunidad reclama ante el Estado, o de barrera ante el avance de alguna empresa que puede afectar negativamente la calidad de vida de la comunidad.

Muchas otras formas organizativas existen en la sociedad, como por ejemplo sindicatos y clubes. No obstante, aquellas aquí enumeradas, representan colectivos socioeconómicos bien definidos que dejan ver cuánto se preocupan por defender intereses más propios o más colectivos.