Por Marcelo Rodriguez

Quizás la población está acostumbrada a escuchar a diario las quejas de los vecinos por falta de agua. Pero lo cierto es que este bien esencial e imprescindible para la vida escasea o es de mala calidad en muchos lugares de Rosario. Conclusión entrevistó a vecinales, escuelas y usuarios en general, además de la respuesta de Aguas Santafesinas.

Barrio Cristalería

Desde la dirección de la escuela Nº 1226 Gesta de Mayo, de la zona de barrio Cristalería, le explicaron a Conclusión que la institución tiene serios problemas con el suministro y que el agua tiene un alto contenido de arsénico y un feo sabor. Según declaraciones de la directora de la institución, en el año 2013 los vecinos del lugar, quienes también sufren el problema de mal suministro de agua, y desagradable sabor, tomaron muestras y las hicieron analizar. El resultado indicó que el agua tiene más contenido de arsénico del permitido y es perjudicial para la salud.

La autoridad del colegio comentó que el ente regulador del servicio (Aguas Santafesinas) se comunica y muestra preocupada por la situación, pero nunca tomó medidas al respecto.

El servicio de agua potable en la zona contempla agua de red y agua de pozo. Particularmente en la escuela, hay 720 alumnos que almuerzan o meriendan en la institución, por lo cual si no hay servicio la escuela no puede recibir a los niños. Ejemplo de esta situación se dio el pasado miércoles cuando tuvieron que enviar a los niños del turno mañana a sus casas por la falta del servicio.

Vecinal Nº 34 – Empalme Graneros

El presidente de la vecinal de Empalme Graneros, Osvaldo Ortolani, dialogó con Conclusión y explicó los inconvenientes que tienen en la zona con el agua potable: “En la zona comprendida entre calle Olivé y el arroyo Ludueña, se encuentra una villa de emergencia con más de 8 mil personas. El lugar no tiene servicio de agua potable, por lo cual los vecinos del lugar realizan conexiones clandestinas, que mediante mangueras de riego convencionales pinchan en el caño maestro del ente proveedor de agua».

“Las conexiones de este tipo generan distintos tipos de inconvenientes y riesgos; el principal peligro es que el tendido de las mangueras que colocan los vecinos lo llevan por dentro de las zanjas del lugar. Esto provoca que cuando no hay presión de agua, las mangueras se llenan con el agua podrida de las zanjas, y al retomar presión, esa agua en descomposición llega a las casas conectadas, poniendo en serio riesgo la salud de todos los intervinientes”, agregó el vecinalista.

Ortolani siguió relatando los problemas: “También esas conexiones tienen consecuencias en el resto del barrio, donde si llega el servicio de agua, provocando falta de presión que impide en muchas ocasiones que los tanques de agua se llenen”.

Consultado por las posibles respuestas de los entes responsables, el presidente de la vecinal comentó: “Aguas Santafesinas dice que no puede realizar la obra que llevaría agua a la zona de la villa porque la misma no está urbanizada. Y la Municipalidad dice que no puede urbanizar porque el lugar está marcado como zona inundable. Moraleja, nadie se hace cargo, el servicio está afectado por lo mencionado, y la salud de las familias de la villa en riesgo” culminó Osvaldo Ortolani.

Zona Sur: área Uriburu y 1º de Mayo

Vecinos del lugar manifestaron que el mayor problema en la zona desde hace años es la presión del agua. “Muchos de los vecinos tuvimos que colocar cisternas a la altura de tierra para que mediante bombas suba el agua a los tanques. A esto se suma otro problema que es la tensión eléctrica, sube y baja la tensión provocando que los artefactos eléctricos no funcionen o se quemen” explicaron a Conclusión vecinos del lugar.

También comentaron que “la inmensa villa ubicada en la zona de Uriburu y Ayacucho tiene gran cantidad de conexiones clandestinas, funcionan lavaderos de autos y otros comercios que, por la condición de las conexiones, afectan la calidad del servicio de agua y eléctrico”.

Barrio Las Flores

Este barrio es quizás uno de los mejores exponentes del problema del servicio de agua. En conversación con Conclusión el ex presidente de la Vecinal Itatí, Antonio Serrano Cabello, manifestó que “en muchas partes del barrio la presión de agua es a ‘nivel de piso’. Es decir que la presión no permite que el agua se eleve ni a un metro de altura. Con esta realidad ningún tanque se llena”.

Cabello también contó que “en barrio Hume y Estación El Gaucho la gente lleva agua en baldes, puesto que el problema de la falta de agua lo tienen hace más de cuatro años”.

Según relato el ex presidente de la vecinal, el barrio Las Flores en general tiene serios conflictos de agua hace más de 20 años. Y el problema se profundizó hace ocho años atrás, cuando hicieron una derivación a un nuevo barrio que dejó sin presión a toda la zona. También aseguró que el problema se extiende a Villa Gobernador Gálvez.

Aguas Santafesinas

Conclusión trasladó la información recabada al ente proveedor. El gerente de Relaciones Públicas, Guillermo Lanfranco, recibió los comentarios y replicó: “En el tema del agua, las víctimas son tanto los usuarios como el ente proveedor. Es un servicio esencial que no debe faltarle a nadie, pero hay un sinnúmero de intervinientes y situaciones que se generan y afectan a la ciudad de distintas maneras. El problema por ejemplo de las conexiones clandestinas es algo inevitable, primero porque no se le puede negar el agua a las familias, y segundo porque hay zonas donde no estamos habilitados a realizar instalaciones por estar las mismas sin urbanizar, pero se arman asentamientos de gente que obviamente necesitan agua”, comentó.

Consultado por la situación de la escuela Nº 1226 Gesta de Mayo, de la zona de barrio Cristalería, donde sus directivos manifestaron que un estudio del agua realizado en 2013 daba como resultado un mayor contenido de arsénico, que era perjudicial para la salud, contestó: “Hoy (por este lunes) justamente hablamos con la directora de la institución, a quien le enviamos el nuevo informe preliminar actualizado realizado por Aguas Santafesinas, donde manifiesta claramente que ‘el agua es totalmente potable’ y no supone ningún riesgo su consumo”.

“La zona es provista del servicio por una planta potabilizadora que procesa agua subterránea. La denominada zona 0 contempla el servicio de agua con el proceso necesario para el bien disponible”, finalizó sobre el tema.

En particular por la zona de Empalme Graneros, Lanfranco respondió que “allí hay un asentamiento muy grande en una zona que no es servida por Aguas Santafesinas. El lugar efectivamente no está urbanizado, y no podemos actuar con la provisión que se reclama. Entendemos perfectamente que esas familias necesitan agua, y somos testigos de las cientos de conexiones clandestinas que se realizan”.

Sobre el mismo tema continuó: “No podemos cortar el agua en el troncal que abastece la zona porque esto traería aparejado que el resto de los usuarios también se queden sin servicio, además el agua es un servicio que no se puede negar a nadie, y por eso tampoco levantamos esas conexiones clandestinas”.

El gerente de Aguas Santafesinas trató de responder con información general los problemas manifestados y agregó que “una de las soluciones más importantes al tema de agua en la ciudad, se va a resolver con la puesta en marcha de una inmensa planta que se está construyendo en Granadero Baigorria. Se trata del Acueducto Gran Rosario, que beneficiará a 589.192 habitantes. Esto solucionará el tema de la presión del agua también en las zonas que hablamos”.

Para finalizar, Lanfranco agregó: “El servicio hoy funciona bien, en invierno podemos decir al ciento por ciento, y en verano, por la mayor demanda en el 85. Pero en Rosario no falta agua”.