La crecida en el río Paraná y sus consecuencias en varias provincias despierta temores en los rosarinos, ante el desconocimiento de saber si todo aquello que ocurre del otro lado del puente podría suceder también en la ciudad. Conclusión dialogó con Raúl Rainone, coordinador de Defensa Civil, que dio tranquilidad respecto a la casi nula posibilidad de inundaciones, pero deslizó que unas fuertes lluvias podrían ocasionar inconvenientes en algunos sectores.

Actualmente, según datos aportados por el Instituto Nacional del Agua, el Paraná se encuentra a una altura de 4,86 metros. “Para el 31 de diciembre vamos a estar superando los 5 metros, que es la medida histórica del alerta, y para el 14 de enero vamos a estar en 5,40 metros, superando 10 centímetros la medida de evacuación”, afirmó Rainone, agregando que “para esa fecha ya algunos sectores de la ciudad pueden tener algunos inconvenientes”.

Puntualmente se refirió a la zona del Mangrullo, en el sur de la ciudad, donde hay un brazo seco por el cual subiría el agua al momento del pico de la crecida, afectando a las familias que allí residen. Sin embargo este no es el único punto de la ciudad que podría verse afectado.

Un componente a tener en cuenta es la lluvia. “Mientras no llueva estamos bien”, aseguró Rainone, y esto es porque “si cae mucha agua en Rosario o alrededores puede haber inconvenientes, porque las vías de drenaje de las cuencas que rodean a la ciudad están taponadas por la altura del río”.

Tanto sea el arroyo Ludueña como el Saladillo, “si llega a llover en estos sectores el drenaje de los mismos va a ser muy lento, y capaz pueda generar inconvenientes”.

Entendemos que a partir del 31 de enero hacia adelante ya puede estar (fecha de que baje el agua), esto también depende de las tormentas de las cuencas altas, hablo del norte del país, los que han soportado esta agua que esta transitando y que va a transitar por el sur de santa fe, es producto de las grandes tormentas que hubo en paraguay, en Brasil y en el norte de argentina. Si esta situación climatica cambia y deja de llover tanto seguramente el agua va a empezar a bajar, pero si sabemos que va a ser muy lento.

Otros sectores que se verán afectados al momento del pico máximo de la crecida, que se previene sea de una altura sostenida de 5,40 metros desde el 15 de enero al 31 de enero, serían las zonas balnearias y la isla. “Todo el escenario cambia, y la reducción de las playas también genera inconvenientes ya que con estos calores tendrá que haber algunas prohibiciones en la cantidad de gente que ingresa en este tipo de balnearios”, sostuvo el coordinador de Defensa Civil.

Las medidas que se tomarán serán del tipo preventivas, principalmente con respecto a la crecida del río y sus consecuencias en El Mangrullo. En las mismas estará la intervención de las áreas sociales, y del Centro de Salud y Defensa Civil para con las familias afectadas. Por otra parte, este organismo en conjunto con Prefectura brindarán asistencia en la isla, principalmente en las partes más cercanas a la ciudad.

Así como se entiende que el pico más alto será de 5,40 metros, se entiende que a partir del 31 de enero recién exista la posibilidad de que el agua empiece a bajar. Al respecto, Rainone detalló que dependerá de las tormentas de las cuencas altas, principalmente en Paraguay, Brasil y el Norte argentino, ya que toda el agua que está transitando actualmente y que correrá hasta el sur de Santa Fe es producto de las fuertes lluvias que allí se han producido.

“Si esta situación climática cambia y deja de llover tanto, seguramente el agua va a empezar a bajar, pero sabemos que va a ser un proceso muy lento”, concluyó.