"No conozco ningún momento en la historia de un Estado en el que hayamos tenido estas condiciones climáticas extremas en una sucesión tan rápida en medio de una pandemia", dijo la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
En los últimos meses, eventos climáticos como lluvias y granizadas causaron el desborde de varios ríos en el país vecino, generando inundaciones y afectando severamente a los bolivianos.
En sólo tres horas, cayeron 200 milímetros de lluvia, provocando inundaciones y derrumbes. De a poco, la localidad va recuperando algo de su habitual movimiento.
Las lluvias iniciaron cerca de las 17 y en una hora cayeron 72 milímetros en el centro de Coronda.
Un grupo de jóvenes profesionales desarrollaron una aplicación para detectar inundaciones con hasta tres horas de anticipación.
Distintas localidades cercanas a la capital de esa provincia sufrieron inundaciones tras la tormenta del jueves por la noche.
La región sufre lluvias desde hace más de una semana y al menos 64 personas murieron por inundaciones y deslizamientos de tierra.
La crisis climática se extiende al noroeste de Italia, donde cayeron lluvias nunca vistas en 60 años entre el viernes y el sábado.
En numerosos países europeos se contabilizaron alertas por inundaciones, se registraron ráfagas de más de 138 kilómetros por hora y se suspendieron tanto servicios de transporte como eventos como partidos de fútbol. Decenas de miles de casas están sin luz.
De acuerdo con el boletín divulgado por Defensa Civil de Minas Gerais, el segundo estado más poblado de Brasil, los temporales dejaron 45 muertos (a los que se le suman otros 15 en Belo Horizonte), 17 desaparecidos, 13.887 desalojados y 3.354 personas están en centros de evacuados improvisados en escuelas y gimnasios.
Más de cien milímetros de lluvia cayeron durante las primeras horas de este día, afectando diversos barrios de la localidad santafesina y principalmente a las zonas más bajas. En la capital provincial hubo anegamientos y evacuados.
En Esteban Echeverría el número de evacuados superó las 3.500 personas, mientras que en La Matanza la cifra asciende a 5.000. Sin embargo, a medida que baja el agua los afectados van regresando a sus hogares.