La ciudad de Rosario volvió a amencer hoy cubierta de una espesa nube de humo proveniente de las quemas ilegales que se registran en las islas del delta del Paraná, en un hecho que lamentablemente ya no es noticia por su constante persistencia.

El cielo cubierto de humo y hollín y restos de plumas de aves en las calles y en los patios de casas del barrio Tablada, situado al sur del centro rosarino, a la altura del boulevard 27 de Febrero, son una triste postal reflejada por los vecinos de la zona.

Las quemas ilegales de pasturas por parte de los dueños o arrendatarios de campos en las islas entrerrianas situadas frente a Rosario, así como a otras ciudades del sur santafesino, desde Timbúes hasta Villa Constitución, es motivo de un conflicto planteado entre miles de ciudadanos y autoridades santafesinas, que padecen las consecuencias.

Ayer, por quinto domingo consecutivo, la Multisectorial de vecinos y ambientalistas exigió en Rosario «el inmediato cese de las quemas ecocidas» en las islas del Delta del Paraná, la sanción de la «Ley de Humedales” y que sean declarados “patrimonio cultural y natural de la nación”.

El pedido de la multisectorial fue realizado tras una caravana de embarcaciones a remo de Santa Fe y Entre Ríos, denominada «Unión de las Orillas», en el marco de la lucha para detener las quemas en las islas del Delta del Paraná.

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Bajo la consigna «Unión de las Orillas», desde Rambla Catalunya, más de 200 embarcaciones, entre kayaks y canoas de Santa Fe y Entre Ríos, se unieron en un gesto de integración y ruptura de las fronteras políticas imaginarias.

El martes último los concejales rosarinos se reunieron en la Guardería Náutica Botar, del Club Rosario Central, situada junto al estadio Gigante de Arroyito, desde donde cruzaron en una lancha hasta la isla El Espinillo para sesionar con el objetivo de debatir la problemática.

En tanto, el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, presentó el jueves último el primer Faro de Conservación en la localidad santafesina de Puerto Gaboto, situada a 73 kilómetros al norte de Rosario y la construcción de otro en la isla entrerriana de Charihué, para «monitorear y evitar los incendios».

A raíz de estas persistentes quemas ilegales, en junio pasado el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación había declarado emergencia ambiental y zona crítica de protección al área del Delta entre las provincias de Entre Ríos y Santa Fe.