El Slackline es un deporte o disciplina -reconocida internacionalmente- que consiste en lograr el equilibrio sobre una cuerda firmemente anclada en dos puntos, que pueden ser árboles, montañas, edificios, y cuando se trata de niños, algunas estructuras armadas.

La instalación y la preparación para llevar adelante el entrenamiento es sencilla, aunque los sistemas de seguridad hace que se vuelva meticuloso el proceso y conlleve una dedicación minuciosa.

La cinta o cuerda que se utiliza en Slackline suele ser de nylon o poliéster y se tensa, pero no completamente sobre el anclaje, lo que hace que el traspaso sobre la misma sea un completo desafío.

Durante el recorrido de la cinta se produce lo que sería el objetivo fundamental de la disciplina: lograr el equilibrio, a través de una profunda concentración.

Dentro de este deporte, conviven tres modalidades: Longline, a baja altura; Midline, es decir a una altura menor a 30 metros; y Longline, alturas extremas que, generalmente, se logra en montañas o edificios.

Conclusión entrevisto a Nahuel y Bruno, ambos profesionales de esta actividad, quienes contaron sobre este llamativo deporte alternativo y urbano, y la realidad sobre el crecimiento y el desarrollo de esta disciplina en la ciudad.

Los jóvenes se encontraban sobre el ancho del arroyo Ludueña, a más de 20 metros de altura. Nahuel contó que ellos hacían «modalidad Midthline porque tiene una altura menor a 30 metros».

«Es una disciplina internacional, por lo que los elementos de seguridad están homologados y son completamente seguros. Usamos arnés, cuerda, cuerda paralela de seguridad, entre otras cosas», contó el profesional.

Sobre el equilibro y como se entrena, explicó: «El equilibrio es algo que no se obtiene. No es una cosa que tenés o no tenés. Sino que se oscila entre un punto medio, como en la vida, uno trata de acercarse al medio, están los extremos que siempre son tóxicos, pero en este caso te caes».

Por su parte, Nahuel contó que «esta disciplina se empieza mediante una dificultad básica que es una cinta corta distancia y mucha tensión cerca del suelo».

Y agregó: «Entonces cualquier persona sin tener ningún tipo de experiencia en alguna actividad de equilibrio puede empezar con una dificultad baja para aprender el equilibrio en un pie sobre una base inestable».

Permiso municipal para practicar

En Rosario, el Slackline es una actividad que está en constante crecimiento, por lo que los recursos y, fundamentalmente, los espacios habilitados para desarrollar esta disciplina, son cada vez más necesarios.

Un grupo de personas que se dedica a esto creó una asociación civil llamada en Asociación de Slackline Equilibrio Rosario (Aser), para darle un marco institucional al deporte y sobre el reconocimiento del municipio hacia la actividad, en especial para poder encontrar los espacios apropiados que garanticen las condiciones de seguridad necesaria, con el objetivo de cuidar la integridad física de los participantes.

«Hace años que venimos en contacto, presentando los papeles y ahora estamos esperando que nos den una mano con las habilitaciones«, aseguraron los jóvenes sobre la obtención de los permisos correspondientes.

Para los interesados en conocer y practicar este deporte urbano, «tenemos una escuela gratuita en el parque Scalibrini Ortíz lo miércoles en donde cualquiera pueda concurrir, aprender y compartir. Gente de todas las edades».