Tiempo ecológico. Es que en adelante, los supermercados de la ciudad podrán entregar sólo cuatro bolsas de plástico por cliente. A partir de la quinta, cada uno deberá pagarla a precio de mercado, lo que sería alrededor de 75 centavos, que acordarán entre el Ejecutivo y la Cámara de Supermercados de Rosario. Dos de las bolsas serán de color naranja para reciclaje de residuos y las otras de color negro para material orgánico. Aquellos locales que opten por las cajas, al menos una será ecológica y no entregará bolsitas.

Así lo aprobó ayer por unanimidad la comisión de Ecología del Concejo, tras casi una década de debate. El tema pasó a las comisiones de Gobierno y Presupuesto y en breve llegará al recinto, donde la mayoría de los bloques avala la iniciativa. Una vez sancionada la norma, los locales tendrán 180 días para adecuarse a partir de su publicación en el Boletín Oficial.

La presidenta de la comisión de Ecología, la edila macrista Julia Bonifacio destacó que el proyecto consensuado entre los diferentes bloques «sanciona un nuevo marco regulatorio para el reparto de bolsas de plástico en súper, hipermercados y autoservicios que funcionan en la ciudad».

En ese sentido, se acordó no prohibir la distribución pero sí fijar un tope de hasta cuatro bolsas por cliente. «Hay pocas ciudades del país, por lo general pequeñas del sur, donde no está permitido el reparto de bolsas. En Rosario había proyectos que apuntaban a prohibir su reparto, pero nos pareció conveniente dar este primer paso«, indicó.

«Hoy en día -siguió- con el ritmo de vida que tienen las familias, donde muchos se van temprano de sus casas, vuelven tarde y compran cosas en el camino, dejarlos sin una herramienta para trasladar sus compras no nos pareció apropiado«.

Para Bonifacio, «el problema no es la bolsa de plástico en sí, sino su mal uso. Con esta ordenanza apuntamos a un uso racional, responsable, que piense en el medio ambiente, minimizando en un 50 por ciento la entrega masiva e indiscriminada«.

Al respecto, la norma establece que «los supermercados, hipermercados y autoservicios sólo podrán entregar para el acarreo de sus ventas, bolsas plásticas de color negro y naranja según normas Iram de dos medidas (45×55 y 55×60 centímetros)».

«Son bolsas -apuntó Bonifacio- bastante más grandes y consistentes que las actuales. Con esto se busca que no se repartan 20 bolsas por cada compra aunque sea para unos pocos productos. Además, al ser poco resistentes, la gente usa varias bolsas por día para sacar la basura de su casa».

De acuerdo al texto acordado, las bolsas deberán contener la leyenda «reduzcamos el consumo de bolsas y separemos nuestros residuos».

Por su parte, los supermercados, hipermercados y autoservicios que tengan cuatro cajas de cobro o más deberán disponer de un 25 por ciento de esos boxes para las llamadas «cajas verdes» en donde no se entregarán bolsas plásticas de ningún tipo.

Asimismo, todos los establecimientos comerciales que cuenten  con una superficie mayor a los mil metros cuadrados y aquellos que tengan playa de estacionamiento en el lugar, deberán disponer de un contenedor naranja para materiales reciclables, constituyéndose en Centro de Recepción del Programa Separe.

“Un primer paso”

Las entidades ambientalistas que trabajan en la ciudad consideraron que el proyecto “es un paso positivo” pero exigieron mayores medidas para el mediano plazo, tendientes a reducir al mínimo el impacto.

“Todo lo que permita reducir el uso de algo tan nocivo para el medio ambiente como las bolsas de plástico lo vemos como un paso adelante. Pero a la vez puede ser insuficiente sino viene acompañado de medidas complementarias para erradicar su utilización en el mediano plazo”, señaló Cecilia Bianco, coordinadora del Taller Ecologista de Rosario.

“Parece una medida bien orientada, perfectible, que generará menos volumen en el reparto de bolsas aunque su impacto ambiental no sea tan significativo”, opinó Gonzalo Gorostarzu, referente local de la agrupación ecopolítica Los Verdes.

Para Bianco, “la opción superadora es alentar el uso de bolsas de tela, reutilizables, changuitos y todo lo que no sea descartable. Se debe apuntar a un cambio cultural que lleva su tiempo y no se logra en el corto plazo”.

Según Gorostarzu, “la clave pasa por efectuar campañas de concientización que apuesten a un cambio profundo en los hábitos de consumo, que como todo lleva su tiempo. Esta idea puede servir para empezar a generar consciencia en la población”.

“Como primer paso, mejorar la calidad de las bolsitas y reducir la cantidad es una opción correcta”, cerró.

Registro

El proyecto consensuado en el Concejo crea el registro municipal de fabricantes y distribuidores de bolsas de polietileno y bolsas reutilizables, en donde los comercios deberán inscribirse. Se sancionará con multas de 13 a 40 mil pesos,  con potestad municipal de clausura, a los locales que se dediquen al rubro y no se hayan inscripto.