Tras el nuevo crimen de un taxista, el segundo en dos días y el cuarto en un mes, la protesta de los trabajadores del sector desfiló por Gobernación, la Terminal de Ómnibus y llegó al Palacio Vasallo donde se descontroló. Esto desdencadenó que el edificio fuera totalmente vallado y se suspendiera la apertura oficial prevista para este mediodía.

Los taxistas recorrieron la ciudad durante toda la mañana, expresando el dolor y la indignación por los feroces crímenes de sus colegas y el miedo que los consume cada vez que tienen que salir a trabajar a la noche.

 

Con esos ánimos llegaron sobre el mediodía al Concejo Municipal, donde estaba previsto el acto de inicio de sesiones ordinarias. Si bien la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck salió a hablar con los taxistas, la tensión fue increscendo, hubo gritos, insultos, lágrimas y hasta un policía herido en medio de la refriega. En ese contexto, es que se decidió levantar el acto oficial.

Con ese telón de fondo, las autoridades municipales decidieron recibir a los trabajadores del gremio, 10 de ellos serán atendidos por Schmuck y otros 10 por el intendente Pablo Javkin.

«El ánimo está caldeado, se hace muy difícil seguir, hay dos compañeros muertos», dijo antes de ingresar a reunirse con autoridades municipales José Iantosca, titular de la Cámara de Taxis de Rosario.

Iantosca señaló que más allá de la medida de fuerza, que se mantiene hasta las 6 de la mañana, es muy difícil plantear como se sigue trabajando a la noche. «Que entre la gente, que se saque las ganas y digan lo que necesiten. En la situación económica que estamos y con la inseguridad que tenemos, nosotros necesitamos compromiso real del Estado. Un compromiso para que no nos tengamos que poner nosotros siempre al frente a parar la bronca y yendo a todos lados para que los muchachos y las chicas puedan salir a trabajar tranquilos para pagar todas las deudas que tenemos».

El titular de Catiltar recordó que hace menos de un años se otorgaron 360 nuevas licencias. «Se las dieron a mujeres, las incentivaron a que inviertan a que se endeuden y ahora la verdad es que no tenemos trabajo, no hacen controles, no nos cuidan para trabajar, ¿cómo seguimos?».

Iantosca remarcó que hubo dos taxistas asesinados en dos días, y cuatro en el último mes. «Es muy difícil, no se puede pedir tranquilidad en estas condiciones,. Salimos a trabajar por 30.000 pesos la noche, y que te avasallen así tan fácil, que te quiten la vida, que te quiten el laburo… se hace muy difícil».

Por su parte, taxistas autoconvocados dijeron: «No tienen con qué responder en seguridad. Las condiciones no están dadas para trabajar durante la noche».

«Estamos pidiendo compromiso por parte del Estado Municipal y Provincial, no sabemos si mañana va a pasar lo mismo. El taxista vive día a día. Estamos muy unidos. La medida de paro fue contundente», agregó una taxista.