Este jueves, como se preveía, quedó aprobada la eliminación gradual de la alícuota municipal que se cobra dentro de la tarifa de Litoral Gas. Fue en la última (y extensa) sesión del Concejo Municipal antes del receso invernal.

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El monto de ese gravamen representa el 10,6 % del total de la factura; el cronograma de reducción, que comenzará a regir a partir de 2019, se aplicará de la siguiente manera:

Enero y febrero de 2019: 10%;
Marzo y abril de 2019: 8%;
Mayo y junio de 2019: 6%;
Julio y agosto de 2019: 4%;
Septiembre y octubre de 2019: 2%;
A partir de noviembre de 2019: 0%

La iniciativa fue una de las que se votó primero, y fue aprobada con los votos del bloque Cambiemos y del Frente Progresista, no sin antes escuchar estridentes críticas de parte de la oposición, en el recinto.

El impulsor del proyecto y prácticamente único orador a favor de la ley, el concejal Roy López Molina, dialogó en exclusiva con Conclusión y afirmó que “es un esfuerzo importante desde la municipalidad”.

«El vecino tiene que pagar lo que consumió y no una tasa que inventó el Concejo o la legislatura»

“Es un momento donde desde los 3 niveles del estado se tienen que hacer esfuerzos, para acompañar este desafío de tener un sistema energético sustentable, que pueda abastecer a familias y al aparato productivo”, se explayó.

Esta alícuota, establecida por la ordenanza 5295/1991 (no se deroga la ordenanza, sino que se reduce la tasa a 0), se cobra en las facturas de gas desde el año 1991 y la idea original fue que esos fondos se destinaran a inversiones para ampliar acueductos y redes de gas.

López Molina consideró que “poco y nada se utilizaba para eso. Hoy Rosario tiene grandes sectores que en invierno se calefaccionan con garrafas”.

Y añadió: “Ante una tasa que sólo generaba aumentos decidimos eliminarla definitivamente”.

«El gradualismo es el único camino entre dos opciones nefastas: lo que hacía el kirchnerismo y el ajuste brutal»

Consultado sobre qué otras alternativas podrían pensarse, desde el plano local, para “aliviar” el bolsillo de los rosarinos, el ex diputado provincial reveló la existencia de “otro proyecto para eliminar una tasa municipal pero que se factura en las boletas de luz, por un monto mucho más importante” pero para lo cual “no hay consenso”.

“Sería un paso adelante que daríamos para que el vecino que va a pagar sepa que lo que paga es lo que consumió y no una tasa que se inventó en Concejo o en la Legislatura provincial, y que encarece el servicio”, ponderó el presidente del bloque Cambiemos en el Palacio Vasallo.

Gradualismo de Fondo

La iniciativa votada por el oficialismo y Cambiemos es similar a la que se aplicó en otras ciudades como Santa Fe o Buenos Aires, y tiene que ver con un pedido que realizó el presidente Macri hace un par de meses, para que desde el interior existiera un “gesto fiscal”, en momentos donde se agravaba la situación económica y escalaba el debate por las tarifas de servicios públicos.

Respecto al actual escenario económico, en el cual muchos analistas dan por muerto el “gradualismo” mentado por el gobierno, López Molina dijo a Conclusión que es “el único camino posible”.

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“Se trata de ir tomando decisiones que le permitan a la Argentina empezar a crecer de manera sostenida sin dejar a nadie en el camino”, expresó.

«Fuimos al Fondo precisamente para sostener el gradualismo y no hacer lo que piden algunos «

El concejal se mostró reacio a lo que él considera “las otras dos opciones que ya conocemos y son nefastas”.

A saber, “seguir haciendo lo que hacia el kirchnerismo, hacernos creer que se podía mantener, con 800% de inflación, todas las tarifas congeladas, y para eso la industria tenía que cortar porque simplemente no podía abastecer esa demanda, y así en todos los aspectos”.

Y por otro lado “la propuesta de sectores más liberales ortodoxos: un ajuste brutal. En un país con 12 millones de pobres, eso deja al borde del camino a mucha gente y queremos un país para todos en serio, por eso el camino que sostenemos es el gradualismo”.

Para el referente del PRO en Rosario y Santa Fe, la ida al FMI tuvo como objetivo, una vez aparecida la crisis cambiaria en toda su dimensión, sostener ese “gradualismo”.

«Los que se opusieron al proyecto lo hacen porque viene de Cambiemos. Es inentendible que no voten una buena idea»

“Por eso cuando hubo turbulencias por decisiones a nivel internacional que nos afectaron, la decisión de ir ante un organismo de crédito internacional (FMI) para buscar ese acompañamiento, es precisamente para sostener el gradualismo” recalcó el edil y abogado egresado de la UCA.

“Si esa plata no aparecía si ahí teníamos que tomar el camino más complejo que proponen algunos, preferimos sostener éste, sabemos que es díficil, que no pasa de un día para otro, pero cuando uno ve en conjunto todo lo que el país ha logrado en casi tres años, la verdad es que estamos convencidos que tomamos buenas decisiones”, agregó.

Las resistencias al proyecto

Por último, consultado sobre las disidencias que tuvo el proyecto (se aprobó con las abstenciones del Interbloque Nacional y Popular, el Frente Social y Popular, y el bloque Ciudad Futura), el concejal consideró que es “un planteo netamente político, no querer acompañar un buen proyecto porque viene de Cambiemos”.

“La política en el siglo XXI y en un momento en Argentina, donde hacemos esfuerzos para salir adelante, hay que abandonar ideas viejas, de que con el que no coincido no puedo coordinar una acción positiva, como en este caso”, cerró.