Tomadores de créditos UVA de todo el país se movilizaron este jueves bajo el lema “Vivienda sí, negocio no”, en una manifestación que en Rosario tuvo su réplica en el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín.

Citados por el Colectivo Nacional Hipotecados Autoconvocados, en toda la Argentina los deudores reclamaron que se haga una modificación al sistema de ajuste automático por inflación, criticando el nuevo plan anunciado por el gobierno nacional.

En diálogo con Conclusión, Fernando Varela, uno de los damnificados, contó que luego de dos años de haber sacado un crédito en el que el gobierno de aquel entonces “había prometido ciertas condiciones, con una cierta cantidad de interés”, hoy en día “se desmadró todo”.

“Es inviable el crédito. Estamos pagando cuotas de alrededor de unos 15 mil o 20 mil pesos. El crédito adeudado, la cuota final, se sigue implementando a casi el doble de lo que se pidió, y mes a mes tiene un incremento de un 6 al 8 por ciento, y eso nos está liquidando. No se puede sostener”, manifestó Varela, para luego agregar que “no es solamente la cuota” que uno acuerda con el banco.

En ese sentido, amplió detallando que la diferencia radica en que para poder ingresar a esas casas se necesitaron créditos por afuera o préstamos de familiares.

“Nosotros particularmente sacamos un millón trescientos mil pesos con una cuota inicial de 7 mil pesos. Al cabo de 20 meses, hoy la cuota nuestra actual es de 14 mil pesos y la deuda final hoy con el banco es de 2 millones 200 mil. Hoy debemos el doble después de 20 meses de haber empezado a pagar el crédito”, sostuvo el damnificado.

El nuevo plan diseñado para los deudores de créditos hipotecarios implica una convergencia a lo largo de los próximos doce meses de las cuotas, evitando un salto del 26 por ciento en valor de cuota previsto a partir de febrero, partiendo del congelamiento establecido en septiembre pasado y estableciendo que, en ningún caso, la cuota supere el 35 por ciento de los ingresos familiares.

No obstante, los deudores sostienen que pese a evitar ese aumento brusco, el esquema no modifica el ajuste automático por inflación de las UVA, que se basa en el índice de precios al consumidor. Esto implica que mientras siga habiendo inflación, el total de la deuda seguirá aumentando.

La diputada provincial por el Frente Progresista Leonela Catalini se hizo presente acompañando a los damnificados y, en diálogo con Conclusión, lamentó “la decisión y las medidas que está tomando el gobierno”.

“Creo que la mayoría de los hipotecados tenía mucha esperanza en este gobierno y la situación que se da no es una solución al problema de fondo que están atravesando tantas familias que soñaban con una vivienda propia y que hoy ven frustrado ese proyecto. Esta fue una medida anunciada por un gobierno, no fue una decisión de tomadores autónomos que se nuclearon. Estamos en una situación compleja del país y de la economía y me parece que requiere un esfuerzo del gobierno para solucionar y ayudar a los que la están pasando mal”, sostuvo Catalini, quien agregó luego que “los bancos cumplen el mismo rol de siempre” y “son los únicos ganadores”.

“Tenemos esperanzas. Ojalá que haya racionalidad y el gobierno actúe en el asunto. Confiamos en que lo van a hacer para poder darles una solución a tantas familias de la Argentina”, cerró la legisladora provincial.

Sobre los bancos, el damnificado Fernando Varela opinó que “buscan su ganancia” y que mientras las entidades financieras les dicen “que hay que hacer un esfuerzo compartido, la única que está haciendo esfuerzo acá es la gente”.

“En un primer momento hubo una mesa de diálogo, anterior a las elecciones. Se prometieron muchas cosas, anterior a las elecciones. El gobierno actual nos prometió realizar cambios y que lo iban a tomar como algo más viable, diciéndonos ellos mismos que el gobierno de (Mauricio) Macri había hecho una estafa con esto. A día de hoy nos dieron vuelta la cara y realmente tomaron medidas que favorecen más al banco que al usuario”, continuó.

Si bien hay algunos casos particulares en los que damnificados ya han tomado medidas por el lado legal, la idea es que todos se muevan juntos y en forma pacífica para tratar de llegar a un acuerdo con el gobierno actual y que éste les brinde una solución.

“Acá no hay negociación como se dice. Acá uno busca su hogar, su casa para uno y para sus hijos, y lamentablemente se está tornando algo totalmente difícil, tomando en cuenta que hay muchos casos que en las parejas uno de los dos se ha quedado sin trabajo, y en la situación en que todo aumenta día a día es imposible sostenerlo. Hay 670 mil créditos otorgados en todo el país y en su momento hubo 80 mil créditos que fueron congelados pero que hoy se vuelve a pagar esa diferencia que no se pagó durante seis meses prorrateado en doce meses”, concluyó.

La marcha principal tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires, convocada por el mismo colectivo frente a la sede del Banco Central de la República Argentina (BCRA).