En un estado de profunda conmoción, este martes por la mañana, familiares, amigos y compañeros de Marcos Daloia, el chofer de la línea K baleado el pasado jueves mientras se encontraba trabajando, lo despidieron con lágrimas y aplausos, en las puertas de la cochería donde se realizó el velorio.

El cortejo fúnebre de Marcos Daloia partió a las 11.30, de la sala ubicada en Córdoba al 2800, y sus compañeros de trabajo y colegas, junto a la familia y amigos, realizaron una emotiva despedida con un larguísimo y cerrado aplauso que concentró el dolor y la impotencia. Vale remarcar que, tras estas despedida, el servicio retoma su ritmo normal, lo que llena de incertidumbre a los trabajadores que vuelven a enfrentarse a las calles.

«Hay mucha tristeza e incertidumbre. Sobre todo, porque nos ponemos en lugar de los compañeros de la línea K que tienen que volver a trabajar a la tarde y va a ser muy duro», dijo uno de los trabajadores presentes.

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Marcos Iván Daloia tenía 39años y era chofer de la línea K. El jueves pasado, un falso pasajero le hizo señas en la intersección de Mendoza y Méjico y, cuando subió, el agresor le disparó tres veces sin mediar palabra, hiriéndolo gravemente. Tras el ataque, el tirador se bajó y huyó en una moto que lo esperaba a pocos metros. Tras tres días de agonía, Marcos falleció el domingo por la tarde.

Tras el crimen el transporte de pasajeros declaró un cese de actividades, y el servicio permaneció interrumpido hasta este martes.