Un hombre ingresó en la mañana de este viernes a una cafetería céntrica, invitó a pelear a los clientes que estaban desayunando y, al no recibir respuesta, comenzó a destrozar el local. Según los presentes, la policía tardó 40 minutos en llegar, por lo que tuvieron que sacar ellos mismos a la persona que estaba ocasionando los estragos.

El incidente ocurrió este viernes en el Bar Toledo, ubicado en Mitre y 9 de Julio, donde un hombre visiblemente alterado ingresó a la cafetería y, tras increpar al personal, comenzó a agredir a los clientes.

«Es una cafetería familiar. Estaban mi señora y mi hermana. Entró un loco desquiciado, que primero la quiso atacar a mi señora, la increpó. Salió de ahí, porque vio que eran mujeres, y empezó a preguntar dónde había un machito para pelear, se sacó la remera. Había unos cuantos clientes hombres sentados en la cafetería, se acercó a uno en particular que estaba más arrinconado y lo empezó a agredir», relató Sebastián, uno de los dueños de Toledo, en declaraciones a Conclusión.

«Le empezó a decir que era maricón porque no se levantaba -continuó-, y se le tiró encima. Ahí reaccionaron los otros clientes, que se levantaron y lo empezaron a querer sacar. Era un tipo que tenía mucha fuerza, se ve que estaba drogado, totalmente sacado. Lo lograron sacar y cerraron la puerta».

El hombre, lejos de calmarse, una vez fuera del local comenzó a lanzar contra el vidrio las sillas de hierro que estaban sobre la vereda. Todo -según repasó Sebastián- duró aproximadamente 40 minutos. Es el tiempo que tardó la policía en llegar, a pesar de que la habían llamado apenas comenzó el problema.

«La policía nada, se la llamó desde el primer momento y demoró como 40 minutos en venir, a pesar de que la estaba llamando todo el barrio. No era solamente acá, ya era un escándalo barrial. En el lapso en el que comenzó a romper todo se ve que también se cortó con el vidrio y empezó a saltar sangre para todos lados. La sangre que está en la vereda es de el», señaló.

Sebastián destacó la solidaridad de los clientes, que reaccionaron y evitaron que esta persona -que finalmente se fue detenida- ocasione daños mayores. Igualmente lamentó la demora en la llegada de los efectivos policiales.

«Entró solamente a pelear, no quiso robar, no vino a pedir nada y solamente entró para preguntar quién se la aguantaba; quién era machito; y se sacó la remera. Quería pelear. Como los clientes no reaccionaban se empezó a poner cada vez más violento y comenzó a atacar a uno. Fue todo una locura», concluyó.