Nuevamente un Pitbull atacó a dos personas, una de las cuales debió ser internada en el Hospital de Emergencias “Clemente Alvarez” por las heridas y la gran pérdida de sangre.

El hecho ocurrió en cercanías de Pascual Rosas y Santa Fe, cuando una mujer, de poco más de 60 años de edad, fue mordida por un perro de la raza Pitbull en la barbilla y en la zona de la pantorrilla, lo que le ocasionó una importante pérdida de sangre por lo cual debió ser asistida, en primera instancia, por vecinos que se acercaron a socorrerla.

Antes de ese ataque, el mismo animal también había mordido a otra mujer, quien afortunadamente sólo recibió heridas de poca consideración que le curaron en el Hospital Carrasco.

En diálogo con LT3, esta última persona, de nombre Carmen, relató que “yo venía caminando, veo a los perros que estaban en la vereda y uno de ellos se me vino encima y me mordió. Pero me largó enseguida porque yo empecé a gritar. Y luego a la otra señora, que renqueaba un poquito, la mordió y la tiró al suelo”.

Explicó, además, que a la otra mujer “la mordió en el mismo lugar que a mí (en la pantorrilla), pero también en el cuello. Y fue desde la esquina hasta la pinturería chorreando sangre».

Esta persona se manifestó indignada “no solo por el mal momento sino también porque nadie de la casa en la que salieron los perros atendió la puerta ni salió para brindar explicaciones. Yo me quedé paralizada y quería buscar un pedazo de ladrillo para tirarle», contó Carmen, quien admitió que «no me atreví porque tenía miedo que me volviera a morder».

Por su parte, un comerciante de una pinturería instalada a corta distancia del lugar, relató que a la persona que llegó herida al negocio, “la sentamos en una silla, llamamos al servicio de Emergencias y después le hicimos un torniquete con unos cintos para que deje de perder sangre, porque tenía una mordida muy importante y era mucha la sangre que perdía», sentenció.

Agregó que la ambulancia del Sies «tardó unos 25 minutos en llegar», pero que antes «le abrimos el pantalón, le faltaba una parte del músculo (de la pantorrilla), que cayó al piso. Lo junté, lo guardé en una caja, y le pusimos unos trapos en la pierna para que deje de salir sangre».

Y con asombro relató que cuando estaban adentro del comercio atendiendo a la mujer, «uno de los perros volvió y se estrelló contra el vidrio, como si quisiese atacar de vuelta. Se ve que siguió el rastro de sangre».

Una vez que pudieron estabilizar a la mujer, fue trasladada al Heca a bordo de una ambulancia, y de allí en principio sería derivada a un sanatorio privado.