Una verdadera tradición rosarina. Como cada siernes santo, cientos de miles de fieles se acercaron a barrio Rucci para formar parte del Vía Crucis del Padre Ignacio Peries, actividad con la que se recuerda la crucifixión de Jesucristo y que moviliza a fieles no sólo de la ciudad, sino de todo el país.

Se estima que asistieron unas 300 mil personas, lo que representaría una de las mayores convocatorias en la historia de la conmemoración que se realiza en este formato desde 1979, siendo la 39ª del Padre Ignacio y la 45ª de la Iglesia. Cabe recordar que en aquel primer encuentro, los asistentes fueron 500.

Pese a que las actividades principales se desarrollan por la noche, la parroquia Natividad del Señor del barrio de la zona norte de la ciudad, comenzó a acoger a las familias desde tempranas horas del viernes. Por ejemplo, a las 5 de la mañana, la denominada “Hora de la piedad de los hombres”, ya había gente reunida en el templo de Mena al 2284.

Todas las personas expresaron sus deseos en busca de salud, trabajo, bienestar y agradecimiento a Dios, mostrándose predispuestos una vez más a escuchar su mensaje. Para muchos fue su primer Vía Crucis, mientras que otros ya vivieron la experiencia y volvieron a repetirla como año tras año.

Cerca de las 15 se realizó el Vía Crucis de los Niños, mientras que alrededor de las 18 se comenzó a congregar la gente para iniciar el recorrido tradicional de la peregrinación, que partió desde la parroquia Natividad del Señor (Mena 2284) y se dirigió por las calles Mena, Colectora Juan Pablo II, Castex, Fornells, Discépolo, Minturn Zerva, Walt Disney, J.Nicolás, F.Ludueña, Pedroni, Walt Disney, H.Miranda, F.Ludueña, Gambartes, J.F. Kennedy, Avenida de los Granaderos, Palestina, teniendo como destino final la Cruz. Unos seis kilómetros en total, para representar las 14 estaciones.

Lo que dijo el padre Ignacio

Pasadas las 23, el Padre Ignacio le dio cierre a la jornada con su desde el escenario mayor, junto a la gigantesca Cruz donde expresó: “Admiro mucho la fe de ustedes, esa misma fe que me demuestran a mí y me da más fuerza, más coraje y estar más firme”.

“Dios me eligió entre miles de personas para dar este mensaje y por eso tengo una gran alegría”, continuó el párroco, para continuar: “Vamos a recordar también, mis queridas viejas y viejos que nos vienen siguiendo, que tengan el amor total de todos nosotros y nunca se sientan inútiles”.

Pidió también “por las familias, la paz, la tranquilidad, la unión” e indicó que “hay muchas cosas que faltan, trabajo, salud, muchas cosas. Pero aunque tenes que comer pan duro y tomar mate cocido, si tenes amor y diálogo con la familia todo se puede solucionar. Hay que recuperar la paz en nuestros hogares”.

También elevó su solicitud a Dios “por las mamás embarazadas” y porque estén sus hijos sanos, además de hacerlo por “muchísimos matrimonios y por quienes están solas y solos”, antes de darles la bendición a todos.

“Todos vienen con mucho amor, devocion y expectativa”

El Padre Ignacio Peries, previo al Vía Crucis, brindó unas palabras a la prensa, en donde manifestó que más allá de la cantidad de personas que se acerca a verlo, lo que lo hace feliz es “la calidad y la fe con que se vive el momento”.

“Todos vienen con mucho amor, con mucha devoción y expectativa”, indicó el religioso oriundo de Sri Lanka, en una entrevista con A Diario en Radio2. “Mucha gente se acerca a la parroquia buscando paz y con mucha angustia. Yo creo que la forma es ayudarla a cargar con esa cruz, con su sufrimiento, dolor y ansiedad”, agregó el párroco.

En esta misma nota, el ceilandés nacionalizado argentino expresó como mensaje para las Pascuas: “Quiero desear mucha paz, felicidad y esperanza. Siempre hay dificultades, como todo esto que estamos pasando a nivel sentimental, social y económico. Y todo tiene solución cuando uno encuentra la propia paz interior (…) Tenemos que aprender a perdonar nuestras propias equivocaciones y, de esta manera lograr unas Pascuas felices. Bendecir Pascuas es un paso de Dios a una vida diferente. Espero que cada uno de nosotros, reconciliándonos y reconociendo nuestros propios defectos podemos encontrar la paz y la alegría que necesitamos”.

El Vía Crucis de los Niños, con una sorpresa

El Via Crucis se empezó a vivir desde temprano en barrio Rucci. Es que el Padre Ignacio salió a la calle y miles de personas se acercaron a hablar con él y a recibir sus bendiciones, en la previa de lo que sería la ceremonia central a la noche.

La Comunidad Educativa de la escuela Natividad del Señor realizó su Vía Crucis, y mientras más de 500 personas caminaban por las calles del barrio Rucci, en la séptima estación apareció el Padre Ignacio y hubo algarabía por parte de los presentes, que se acercaron y fueron recibidos cálidamente.

«Cuando cometemos errores, el vacío que nos deja nos pesa mucho más que todas las cosas», fue algunas de las frases que arrojó el Padre, quien llamó a «pedir a Jesús que nos dé esa paz interior y esa tranquilidad», a la que se llega también perdonándose a uno mismo. «Si Dios perdona, nosotros también podemos perdonarnos», finalizó.

Por otra parte, cabe la mención de que durante la jornada el operativo de seguridad alcanzó una una cifra récord ya que participaron unos 400 agentes municipales, policiales y de tránsito en los, a diferencia de los 200 de años anteriores.

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