Como ya es habitual, frente a cada clásico entre Rosario Central y Newell’s Old Boys, este martes se concretará una reunión con el Ministerio de Seguridad y los representantes de ambos clubes, en la sede local de Gobernación, para definir los detalles del operativo que se pondrá en marcha. Según adelantó el ministro Claudio Brilloni, en esta oportunidad se desplegarán uno 900 efectivos policiales.

En diálogo con la prensa, Brilloni detalló que se trata de un número preliminar y que aún resta definir la cantidad de policías que prestarán servicios adicionales y, en virtud de ello, «los apoyos regulares que se pueda tener respecto del día previsto para el partido».

El titular de la cartera de Seguridad especificó que el plan definitivo se terminará de cerrar este martes, a las 9 de la mañana. «A prima facie, estamos hablando de entre 800 y 900 efectivos, teniendo en cuenta experiencias anteriores. Puede haber alguna modificación, pero estaríamos en esa cantidad. Los casi 900 agentes estarán en la cancha de Central». «También tendremos más efectivos en Newell’s Old Boys y en otros lugares de la ciudad donde suelen concentrarse tradicionalmente los hinchas después de finalizar el partido y teniendo en cuenta el resultado. Ahora estamos en una reunión de trabajo con las fuerzas federales a quienes hemos solicitado apoyo y se han comprometido a brindarlo, sobre todo fuera de las instalaciones de Central y por fuera del dispositivo de seguridad que tendrá tres anillos. Es decir, por detrás del tercer anillo tendremos apoyo de fuerzas federales”.

Brilloni aseguró que hay plena conciencia de la importancia que tiene este día para la ciudad y para la provincia.  «Requiere de fuerza e inteligencia para hacer el trabajo de prevención. Vamos a requerirle a la gente que vaya con tiempo a la cancha. Y también recuerdo que la pirotecnia sonora está prohibida. Si la gente acompaña en esas dos cosas, vamos a tener el día festivo que tanto queremos».

Consultado sobre la suspensión del clásico de reserva, el funcionario dijo que, a su entender, estaban dadas las condiciones para que el partido se juegue. Pero, «el presidente de Central entendió que no era así y decidió ordenar que el colectivo dé la vuelta. Somos respetuosos de las decisiones».

“Cada vez que hay un partido de primera división, cuatro o cinco días antes se hace una reunión para definir operativos. En el caso de los partidos de reserva no es así. Nos juntamos con las autoridades del club local y la Municipalidad, y allí definimos el dispositivo a llevar adelante. En este caso,  hicimos lo mismo. Se contrataron 96 efectivos por servicios adicionales. Entonces, si tenemos en cuenta que fueron a ese partido 1.500 hinchas, estábamos en buenas condiciones para llevar adelante un evento con los resguardos de seguridad.”