Cecilia es docente y madre de dos hijas (de 3 años y 15 meses) que viven con ella. Hace unos días el frente de su casa recibió 11 disparos y un mensaje destinado a una tal “Arami”. Ahora, tuvo que poner un cartel en la puerta de su hogar y aclarar que ella no tiene nada que ver con esa persona.

Eran cerca de las 20 horas cuando Valeria estaba tomando mates con sus hijas en el patio interno de la casa y comenzó a escuchar detonaciones. Automáticamente, sintió un fuerte estruendo en una de las puertas de la propiedad “como si se hubiese caído”, dijo ella.

La realidad es que eran balas. Un total de once plomos que traspasaron dos puertas separadas por un largo pasillo. Uno de ellos, ingresó a la casa.

Superada por el miedo, ahora la mujer tuvo que irse de su casa que alquila desde hace un año y medio pero antes dejó un cartel aclaratorio: “Yo no soy Arami, mi nombre es Cecilia y soy docente. Alquilo esta casa desde hace 15 meses y tengo dos niñas pequeñas”. El colocar un cartel, según relató Valeria, fue una recomendación de la policía.

De acuerdo a la investigación, “Arami” la persona a la que estaba destinado el ataque, vivió hace unos años en la casa continua, pero ahora ese lugar esta habitado por una familia que tampoco tienen nada que ver.

Hasta el momento no se han encontrado a los responsables del hecho. Si bien en la zona hay cámaras de seguridad, no han podido identificar a los tiradores.