El río Salado bajó 4 centímetros más en las últimas horas, arribando a una marca de 6,17 metros esta mañana; en tanto, el Paraná sigue estacionario en 6,09 metros, informaron Prefectura Naval Delegación Santa Fe y el Observatorio de la Universidad Nacional del Litoral.

El Centro de Operaciones del Gobierno de la Ciudad de Santa Fe indicó que, entre anoche y esta mañana, llovieron en esta capital provincial entre 27 y 30 milímetros, y que el acumulado del mes registra 243,75 milímetros en la altura del Hospital de Niños, 330,5 en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de Facundo Zuviría, 306 en Alto Verde y 258,75 en el Palacio Municipal.

Las autoridades mantienen el monitoreo permanente del sistema de defensas y continúan activas todas las estaciones de bombeo y los sectores reforzados con bombas móviles de la ciudad. Se han reforzado los puntos de bombeo en la Costa y continúan cerradas las compuertas de acuerdo a los protocolos de actuación ante crecida.

Los damnificados por crecida de los ríos y lluvias suman más de 1.800 en toda la provincia. En la capital hay evacuadas 218 familias (791 personas).

En coordinación con el Ministerio de Salud de la Provincia, se llevan a cabo operativos especiales de atención de emergencias para la zona de la Costa. Con el apoyo de personal y equipos del Ejército continuaron las tareas de construcción de nuevos módulos en El Bañado y de ingreso a zonas de difícil acceso en el distrito de la Costa.

Por otra parte, la Agencia Provincial de Seguridad Vial, indicó esta mañana que las rutas y accesos de las regiones sur, centro y norte, se encuentran con calzadas húmedas, resbaladizas y con banquinas inestables por la presencia de lluvias y lloviznas de variada intensidad.

El presidente comunal de la localidad de Roca, departamento Castellanos, manifestó esta mañana que «en lo que va del año cayeron 800 milímetros en nuestra zona y la situación es realmente crítica, difícil y complicada para todos los productores. Revertir esta situación no va a ser sencillo».

Además puntualizó que «las pasturas no se recuperan más, hay campos que eran considerados altos y ahora el agua se ve adonde comienza, pero no su final».

Mauricio Minetti, productor tambero de la ciudad de Esperanza, departamento Las Colonias, aseguró que «las consecuencias de la situación climática van a ser muchísimo peores que en 2003 y 2007, no sólo por la cantidad de milímetros de lluvia caída, sino por la secuencia de días de lluvias que hacen perder todo lo plantado”.

«La masa de agua y tantos días nublados hacen que se pudra el pasto; las vacas no tienen lugar donde echarse; no se puede transitar con tractores; la gente del campo está aislada y hace un mes que pisa agua y barro; no tienen por dónde salir a la ruta o los poblados, y todo eso se ve agravado por el hecho de que hay cero infraestructura”.

Finalmente, dijo que «no hay afirmado en los caminos, lo que llevó a varios tambos a dejar de ordeñar y dejan los terneros con las madres; algunos ordeñan una sola vez al día y otros ordeñan y tiran la leche porque no la pueden sacar. Incluso muchos productores ofrecen las vacas para que se las lleven para poder mantenerlas y salir del paso, ni siquiera cobran alquiler”.