Más de 60 millones de hectáreas en la Argentina están sujetas a «procesos de erosión de suelos, que van de moderados a graves», aseguró Benjamín Kiersch, de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

Al hablar en la apertura del taller por el Año Internacional de los Suelos, en el Ministerio de Agricultura de la Nación, Kiersch alertó sobre «la deforestación por reemplazo de bosques, vinculada a particularmente a la extensión de los cultivos de soja».

El especialista mencionó también los efectos de la erosión eólica e hídrica, y el fuerte impacto por la creciente utilización de agroquímicos en el campo argentino.

«En menos de dos decenios el uso de pesticidas y herbicidas pasó de 30 mil a 200 mil toneladas anuales, porque no se utiliza la labranza física y se opta por el control químico de malezas», explicó Kiersch.

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En la inauguración del encuentro, el representante de FAO en la Argentina, Valdir Welte, remarcó que «el 95% de la base alimentaria y nutricional humana se asienta en los suelos».

«Se trata de un recurso finito y cada año se pierden en el planeta 30 mil kilómetros cuadrados por año, el equivalente a la superficie de Costa Rica», advirtió Welte, y alertó luego que «son necesarios hasta mil años para que se forme un centímetro de suelo».

Además los especialistas de la FAO resaltaron que en la región el flagelo del hambre fue superado por más de 30 millones de personas en los últimos veinte años, pero aún quedan 34,3 millones de afectados.

Afortunadamente, consideró Kiersch, «la gestión sostenible del suelo permitiría producir hasta 58% más de alimentos», sin necesidad de aumentar la superficie actual.

En el mismo sentido se manifestó Pedro Peretti, de Federación Agraria, quien integra la agrupación «Grito de Alcorta» y es referente de los pequeños y medianos productores, quien opinó sobre las causas de las inundaciones.

El dirigente ruralista sostuvo que el tenían «una mirada crítica sobre el modelo de desarrollo agropecuario que es en escencia el principal problema y aporte argentino al cambio climático, los canales clandestinos son una realidad visible, el intendente de San antonio de Areco, denunció que había 130 canales clandestinos».

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Peretti, contó además que reside en Máximo Paz, a 45 km de Chabás, lugar en el que hay 40 canales ilegales.

En el mismo sentido, dijo que el problema es global y llamó a reflexionar sobre los fondos que pagaron las reaseguradoras del mundo por catástrofes climáticas, dijo: «Son mas de 400 mil millones de dolares, por seguros vinculados a inclemencias meteorológicas, como granizo, tsunamis, tifones, huracanes y otros fenómenos».

También deslizo que la república Argentina tiene una responsabilidad en este contexto, ya que «a escala planetaria, «Argentina, colaboró con la deforestación de mas de 3 millones de hectáreas  en los últimos 15 años».

Peretti, expuso como ejemplo de los efectos de esta política de tala indiscriminada cuando consideró que «un árbol de mediano porte consume entre 200 a 300 litros de agua por día, la deforestación practicada impide que ese caudal de agua sea absorbido y eso va a los arroyos y ríos, situación que se agrava cuando la canalización no responde a estudios serios, y se piensa como respuesta de pocos intereses».

 La chacra mixta

Dice Peretti: «Creo y defiendo la chacra mixta como modelo de explotación ideal y necesario para nuestro país».No existe ninguna forma de propiedad (ni estancia, ni pooles de siembra, ni rentistas agrarios) que haya traído mas desarrollo y bienestar al conjunto de nuestro pueblo que la chacra y el chacarero, fue el origen de cientos de nuestros pueblos de campaña, fue el agente central en el proceso de distribución de tierra y de rentas, trajo prosperidad, evitó el monocultivo, fue un instrumento ideal en la partición de los latifundios, generó trabajo directo e indirecto, contribuyó como nadie a la soberanía y seguridad alimentaria de la Nación y fue una barrera inimpugnable para luchar contra el hambre y la desocupación y las migraciones rurales de nuestro país.

Hoy está en pleno declive deberíamos revitalizar su rol histórico ya que sigue siendo tan imprescindible y eficaz como antes, tenemos que impedir que el monocultivo, los megaproductores, los pooles de siembra, o sea la agricultura sin rostro humano barra con las que queda, es nuestro deber histórico luchar por su supervivencia, por el bien de nuestra gente, de la producción y de todo el pueblo argentino, sin chacras mixtas y con latifundios por mas que sean productivos o tengan la forma de pooles de siembra, la Argentina no podrá desarrollar sus fuerzas productivas distribuyendo riquezas y bienestar al conjunto.

Si la agricultura es sin agricultores y de unos pocos, la Argentina se concentrará más y cada vez más habrá más miseria y crecerá la pobreza, Históricamente la chacra mixta tiene un papel, tiene un rol pendiente pero que deberá inexorablemente cumplir, si queremos un país con distribución de la riqueza, armonía territorial, bienestar ambiental, y bien distribuido demográficamente.