El temporal no da tregua y el agua sigue avanzando. Un hombre de 64 años murió al ser arrastrado por la correntada de un arroyo desbordado en el momento en el que intentaba atravesar a caballo un camino rural del departamento de Paraná, en Entre Ríos, una de las zonas afectadas por intensas lluvias e inundaciones en los últimos días.

Se trata del primer deceso por el temporal en Entre Ríos por el fenómeno climático, que ya tuvo consecuencias fatales en Santa Fe, donde un joven de 18 años falleció ahogado en un arroyo de la localidad de Las Palmeras.

Según informó hoy el sitio El Once, el hombre fallecido en la zona de Sosa, del departamento entrerriano de Paraná, fue identificado como Elio Ceferino Cáceres.

De acuerdo con el testimonio de vecinos, a Cáceres lo arrastró la corriente junto a su caballo, cuando intentaba atravesar una calzada, sobre el Arroyo Maturrango.

Tanto el jinete como el caballo quedaron atascados en distintos alambrados y el hombre fue encontrado muerto en un campo cercano.

De esa manera, son dos las víctimas fatales de las intensas lluvias registradas esta semana a las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Formosa y Corrientes, que afectaron a más de 12 mil personas.

El fenómeno continuará «por lo menos hasta la tercera semana de abril» y frente al cual las provincias «se encuentran mejor preparadas para enfrentarlo, aunque por la magnitud sólo podemos trabajar en mitigar los efectos», afirmó Walter Ceballos, integrante del Sistema Federal de Emergencias (Sifem).

El funcionario, quien ocupa el cargo de secretario de Emergencias y logística del Ministerio de Defensa, dijo que «lo que se produjo desde el fin de semana pasado son fenómenos de lluvias localizadas que fueron de mucha magnitud y que se dieron en forma súbita, por lo que es más difícil de prever».

Ceballos destacó que ante semejante cantidad de lluvia «no hay escurrimiento posible y a raíz de la recurrencia de estos fenómenos, éstos no pueden ser abordados desde la infraestructura, porque no sabemos cuando se van a volver a repetir y, para prevenirlos, habría que relocalizar pueblos o construirlos a nuevo«.

Entre Ríos, con casi 7.000 damnificados, es la provincia más afectada y la ciudad de La Paz, con 300 milímetros de agua caída en cuatro horas, fue en donde más se sintió el fenómeno climático, por los desbordes de los arroyos, mientras que la ruta 12, vital en el comercio del Mercosur permanece cortada.

Cerca de 5.000 personas sufrieron en La Paz las consecuencias de la fuerte tormenta y muchas de ellas tuvieron que ser alojadas en centros de evacuados, donde reciben asistencia sanitaria y alimenticia.

Otra localidad seriamente afectada por las lluvias es Santa Elena, a unos 50 kilómetros al sur de La Paz, donde la combinación entre las precipitaciones y la crecida del Paraná provocaron desmoronamientos de las barrancas ribereñas, poniendo en peligro a casas de fin de semana y viviendas de residentes permanentes.

Datos oficiales revelaron hoy que en San José de Feliciano, cerca de la frontera con Corrientes, el acumulado de lluvia caída en los últimos días ronda los 500 milímetros, una marca que supera el promedio anual de precipitaciones para esa zona del norte provincial.

Los Ministerios de Gobierno, Desarrollo Social y Planeamiento comenzaron a monitorear las zonas afectadas para brindar asistencia a las víctimas. «Estamos trabajando en forma coordinada, junto a cada municipio, para poder contener en lo inmediato a las familias más afectadas y poder comenzar después, cuando los pronósticos mejoren, con las tareas de recuperación y reconstrucción de lo dañado», dijo el gobernador Gustavo Bordet.

Ceballos destacó que otra ciudad afectada es la correntina de Esquina, en donde cayeron esta madrugada casi 200 milímetros en dos horas y remarcó que este tipo de fenómenos «obedecen al cambio climático que es algo relativamente nuevo y que produce estas consecuencias que también son nuevas en la región».

«Frente a ello lo que podemos hacer es mitigar esas consecuencias, trabajar mancomunadamente para mejorar las defensas y salvaguardar las vidas humanas» y aseguró que «lo que estamos haciendo es elaborar un mapa de riesgos en la Argentina»

Puntualizó que esto «nos va a llevar todo este año debido a que hay que juntar toda la información posible y determinar cuales son las zonas mas propensas a que ocurran fenómenos como incendios, sismos, inundaciones o huracanes».

Las lluvias que caen en el Litoral no sólo generaron trastornos en nuevas regiones sino que agravó las consecuencias de las crecidas de los ríos Paraguay y Paraná en Formosa y Santa Fe, ocurridas en diciembre pasado, donde unos 6.500 pobladores evacuados de zonas ribereñas, hace cuatro meses que permanecen evacuados.

En el sur de Corrientes las abundantes lluvias afectaron ya a más de 2.300 pobladores, mientras el pronóstico meteorológico anuncia para la zona la continuidad de precipitaciones al menos hasta el domingo próximo.

Según detalló el jefe de Operaciones de Defensa Civil de la provincia, Orlando Bertoni, las jurisdicciones más perjudicadas por las inundaciones son las de Esquina y Pueblo Libertador, Sauce y Monte Caseros, donde el agua ingresó a numerosas casas.

«También afrontamos el fenómeno de los pobladores ribereñas que por una cuestión cultural no quieren alejarse del río», sostuvo Ceballos quien apuntó a que con estas personas hay que trabajar especialmente porque «se los puede relocalizar pero siempre van a querer volver a afincarse donde vivieron toda la vida«.

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