Junto a otros 40 líderes mundiales y funcionarios de alta jerarquía de los países presentes en el Foro Mundial del Holocausto, Fernández colocó una corona de flores rojas en un atril ubicado al pie del Monumento al Levantamiento del Gueto de Varsovia, creado por el escultor y artista judío Nathan Rappaport.

En el Museo del Holocausto (Yad Vashem), en donde previamente hablaron el presidente y el primer ministro de Israel, Reuven Rivlin y Benjamín Netanyahu, respectivamente, los representantes de los países colocaron la ofrenda de a uno por vez.

Previamente, las sobrevivientes del Holocausto Rose Moskowitz y Colette Avital encendieron una antorcha conmemorativa, mientras que al concluir el homenaje de los líderes tuvieron lugar las oraciones religiosas.

El cantor Shai Abramson recitó la oración conmemorativa de El Malé Rajamím, seguido por el sobreviviente del Holocausto Naftali Deutsch, quien dijo el Kadish, la oración del duelo. La ceremonia concluyó con el himno nacional de Israel, Ha-tikvá.

Alberto Fernández nunca había llegado a Jerusalén y aún no sabe cómo hará para visitar el Muro de los Lamentos. La seguridad es cerrada y no permiten que los jefes de Estado se muevan con cierta libertad, publicó el portal de noticias Infobae.

El presidente calculó anoche sus posibilidades: cree que tendrá tiempo el viernes entre su reunión oficial con Netanyahu y la salida del avión que lo traerá a Buenos Aires.