Foto: Gentileza ElCiudadano/Juan José García

Una nueva balacera se produjo en calles rosarinas. Ocurrió anoche a las 22 en las inmediaciones de calle Alem al 3500.

Según los primeros indicios dos personas a bordo de una moto dispararon sobre la fachada del domicilio, que estaba custodiado por la policía federal ya que su dueño, cumple prisión domiciliaria acusado de homicidio en 2013.

Cuatro fueron los impactos registrados en la pared y el gabinete criminalístico de la PDI secuestró ocho vainas que fueron enviadas a peritar a balística y solicitaron el relevamiento de cámaras y toma de testimonios.

El que reside en esa dirección es Noel G., quien cumple prisión domiciliaria desde agosto pasado por un homicidio doloso ocurrido en agosto de 2013, del que luego resultó sobreseído.

La historia de Nicolás Brambilla por la cual está acusado Noel:

En una nota para Conclusión en octubre de 2015, la mamá de Nicolás contaba los hechos.

La historia es contada por su madre, que desde ese momento inició una incansable lucha para que se haga Justicia por la muerte de su hijo.

Betina contó que un amigo, llamado Noel, pasó por su casa a buscar a Nicolás: “Me dijo que en un rato volvía y salió, como lo hacía tantas otras veces”.

Pero el destino viró la suerte de Nicolás y “cuando llegaron a la esquina de Colón y Garibaldi el auto se detuvo y cuando Nicolás bajó fue acribillado con tres disparos de una pistola calibre 22 a corta distancia que lo destrozó por dentro. Pese a los esfuerzos de los médicos del Heca falleció a las cuatro de la tarde del día siguiente”, relata Betina y su mirada expresa el dolor como si estuviera viendo la ejecución de su hijo.

“El joven que estaba con Nicolás se retira del lugar porque cree que el ataque era para él, se va con su esposa y su hijo de un año y medio pero luego vuelve. En sede policial declara haber visto a los asesinos de Nicolás, pero cuando se presenta en Tribunales se desdice de todo”, recuerda Betina.

A pesar que existen varios testigos que presenciaron el hecho esa fatídica noche, Betina dice que “muchos no se presentan porque tienen miedo a represalias, el asesino vive en el barrio y todos lo conocen, pero tienen miedo”.

En el caso existen varios puntos que aún no fueron aclarados y surgen varios interrogantes. ¿Por qué Nicolás bajó del auto? ¿Por qué Noel se fue dejando a su amigo malherido y aún con vida tirado en la calle? ¿Por qué declaró de forma contradictoria primero frente a la policía y luego en Tribunales?

Betina conoce el nombre del asesino de su hijo pero contó que “cayó preso por robo, pero nunca fue investigado por la muerte de Nicolás. Yo le llevé los datos a la Justicia pero nunca hicieron nada. Los testigos tienen miedo y no hay forma de probar que él lo mató”.

Con la fuerza que le brota por los poros y el dolor que le provoca la pérdida de su hijo menor, Betina asegura que va a luchar hasta las últimas consecuencias para conseguir la justicia que busca para su hijo, para poder hacer el duelo que pasados poco más de dos años, todavía no pudo hacer.

Y ahora redobla la apuesta: “No sólo voy por el asesino de mi hijo sino por su encubridor (Noel), quien apuntó en un principio con nombre y apellido al asesino de Nicolás y después negó todo”, aseguró.

Nicolás conoció a Noel en un curso al que ambos asistían en el Distrito Municipal Sur. Nicolás tenía perspectivas de conseguir un mejor trabajo para conformar a su madre que continuamente le pedía que mejorara sus condiciones de vida.

Sin embargo allí se cruzó con Noel y sus perspectivas cambiaron el eje. Según pudo saber Betina, “Noel advirtió que Nicolás era un chico vulnerable y fácilmente manipulable”, tal vez por sus carencias o la falta de oportunidades y según Betina “este chico quiso introducirlo en actividades delictivas”, y según sus percepciones “el asesino de Nicolás tiene directa vinculación con Noel”.

“Nosotros éramos una familia, los cuatro, mi mamá, mis dos hijos y yo”, rememoró Betina. “Y de repente verlo dormido, en el hospital, todavía estaba vivo y con el respirador, fue terrible. El hermano no puede superar el dolor de la pérdida y a pesar de todo sigue luchando y trabajando aunque dos horas después de la muerte de Nicolás el ya sabía quién lo había matado”, recordó.

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