Por Alejandro Maidana

Las quemas intencionales de un amplio sector de los humedales en la zona de islas, problematizó aún más una realidad anclada en una actividad agropecuaria despreciativa de la vida en su amplísimo conjunto. Un ecocidio tan explícito como espeluznante, que dejó entrever esa entretela que une al agronegocio, con intereses despojados de todo prejuicio.

Tuvo que llegar el humo proveniente de un terruño atacado por la desidia de unos pocos, para que muchos puedan percatarse, comprobar en carne propia ese ataque certero a la salud que experimenta un modelo productivo aniquilador. El confort citadino se vio alterado, la mano impiadosa de los dueños de todo se animó a cachetear los rostros de aquellos que contemplaban, impertérritos y a lo lejos, esas resistencias territoriales que no supieron como hacerlas propias.

La quema de los humedales rompió el aislamiento, agitó la conciencia y desnudó una coyuntura socioambiental pavorosa. No puede existir lugar para una profundización de un modelo en crisis, por ello, el festejo de Bioceres por la aprobación en Brasil de la comercialización del trigo HB4 (transgénico) creado por la ciencia argentina, genera preocupación. Un organismo genéticamente modificado que solo puede garantizar mayor concentración, venenos, desplazamientos, impacto ambiental, hambre y menos soberanía. El objetivo de sacrificar territorios para conseguir dólares, en esa loca y fraudulenta carrera que impulsa el pago de la deuda externa, se debe terminar.

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Sobre la innegable opulencia del agronegocio, un dato tan certero como indigerible, muestra a las claras la impunidad con la que se mueven los dueños de todo. A solo 15 km de la ciudad de Ramallo (BA), un productor de María Ignacia (Partido de Tandil), Fabio Di Fonzo, fue denunciado por la Organización Proteccionista “Unidos por la vida y el medioambiente”, apuntado como responsable máximo de la quema y de la construcción de terraplenes para desviar ilegalmente el curso de agua, para de esa forma dar el primer paso hacia la posterior sequía e incendio de la tierra que se pretende vaciar del vital elemento y volverla cultivable.

Pero lamentablemente esto no es todo, el empresario sembró mil hectáreas de maíz sobre humedales, riachos y arroyos. Una demostración en carne viva de como se manejan aquellos que, empoderados por los poderes político y judicial, avanzan sobre los derechos constitucionales de una biodiversidad a la que pusieron un cartel de remate. Mientras tanto, la Ley de Humedales sigue cajoneada y la posibilidad de perder estado parlamentario se encuentra latente, no hay más tiempo. El futuro es hoy.

Efectos de los incendios 2020 en el suelo y biota (conjuntos de los organismos vivos) de humedales del río Paraná: Perspectivas de restauración ecológica

Los incendios en los humedales del río Paraná han aumentado en intensidad y severidad, particularmente en el año 2020. El objetivo de este trabajo fue evaluar a corto plazo y mediano plazo los efectos de los incendios intencionales sobre el suelo, vegetación y fauna de tetrápodos en 17 humedales distribuidos en áreas de influencia del río Paraná Medio durante Julio y septiembre 2020.

Estos datos de campo fueron vinculados a análisis de índices espectrales (severidad de fuego normalizada e índice de vegetación normalizada) sobre la base de imágenes. Se siguieron metodologías estándares para la recolección de datos de campo, evaluándose tipos de unidades ambientales afectadas por el fuego (porcentaje), profundidad de quema en el suelo (cm), intensidad de quema (altura de llamas, m) en especies leñosas, especies vegetales y faunísticas dominantemente afectadas (porcentaje). Se evaluó la revegetación a MP utilizando datos satelitales remotos, incluyéndose además observaciones in situ de resiliencia y/o resistencia CP y de ecología funcional de especies de vertebrados “facilitadores”.

Los incendios afectaron principalmente y en un 83 % a los albardones (loma o elevación) siguiendo en orden de importancia las media-lomas (47 %), depresiones o lagunas internas (17 %) y barrancas (5 %). La profundidad del suelo quemado varió entre -2 a -12 cm mientras que la altura de las llamas en especies leñosas alcanzó entre 2,70-4,20 m. Se registraron 83 especies de plantas y tetrápodos afectados por el fuego de forma directa (e.g. mortalidad, corteza o nidos quemados, huida) como indirecta (e.g. semillas-frutos, heces y plumas quemados). Erythrina crista galli y Albizia inundata fueron las especies leñosas más afectadas, mientras que Rhinella dorbignyi, Phrynops hilarii, Vanellus chilensis y Hydrochoerus hydrochareis presentaron los mayores porcentajes de 58 afectación para vertebrados.

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Estos resultados demuestran los efectos a corto y mediano plazo basados en estudios de campo y análisis de índices espectrales, destacando la necesidad de ambas escalas de análisis para la obtención de evidencias del efecto de los incendios intencionales en los humedales del río Paraná. El uso de los humedales para la cría de ganado, para el cultivo de transgénicos como la soja y para la expansión de urbanizaciones exclusivas ponen en riesgo la conservación y restauración de humedales. De esta manera, se sugiere la supresión y mitigación de dichos factores limitantes para valorar si la vegetación y fauna asociada pueden regenerarse, o sí se necesitaría a mediano y largo plazo de métodos de restauración activa donde se contemplen las visiones de los pobladores locales y la bajante extraordinaria del nivel del río Paraná.

¿Regeneración natural o restauración activa en humedales del río Paraná afectados por incendios intencionales?

En los humedales del río Paraná el fuego se ha utilizado durante décadas para rebrote de hierbas para el ganado vacuno. Sin embargo, el desplazamiento de la ganadería por la agricultura extensiva, ha generado un aumento de las cabezas de ganado que superan la capacidad de carga, proceso que junto con las especulaciones inmobiliarias, han desatado incendios intencionales en los humedales en los últimos años.

El objetivo de este trabajo fue evaluar la regeneración de la vegetación luego de incendios intencionales (2020) en un humedal del Río Paraná (31°30’24,8″S 60°23’29,6″O, en cercanías de la localidad “Los Zapallos”). En primer lugar, la severidad de los incendios in situ se estimó mediante el porcentaje de vegetación quemada por estratos (herbáceo/arbustivo y arbóreo) y por especies, profundidad de quema en el suelo (cm), presencia de frutos-semillas en el suelo o dosel e intensidad (altura de la llama, m) durante muestreos periódicos (20±5días). En segundo lugar, se registraron indicios de regeneración (signos de rebrote basales o plántulas) con diferentes metodologías luego de la inspección primaria (24-168h): método de cuadrados de 1m2 y transectas lineales de 10 m en sentido cardinal (norte, sur, este y oeste) durante un año.

Se tomaron 83 fotografías para análisis digitales con software específicos de cobertura y medición. La información registrada a campo fue vinculada con análisis de índices espectrales (severidad de fuego normalizada-dNBR e índice de vegetación normalizada-NDVI) en imágenes Sentinel-2. Se determinaron 13 especies afectadas por los incendios, siendo Albizia inundata, Sapium haematospermum, Cortaderia selloana y Baccharis salicifolia algunas de las especies con mayor porcentaje de mortalidad, daños en la corteza, raíces, rizomas y follaje. La profundidad de quema en la corteza de especies leñosas fue de 5-10 mm mientras que la altura de la llama fue de 2,97 m (±1,32). Se observaron frutos de A. inundata y Tessaria integrifolia entre las cenizas, parcialmente quemados.

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La severidad de incendio fue alta (nNBR > 0,66), por el contrario, el valor de NDVI (Índice de vegetación de diferencia normalizada) fue de 0,12. La mayor regeneración se observó en Sesbania virgata por desarrollo de plántulas mientras que en Cortaderia selloana y Croton urucurana presentaron rebrotes basales. El valor NDVI se incrementó tres veces durante los meses de verano, reforzando lo observado en campo. Sin embargo, estos valores disminuyeron a partir de marzo, coincidiendo con la presencia de ganado y nuevos focos de incendio, y continuaron con baja reflectancia durante los meses de otoño e invierno 2021. El escaso número de especies regeneradas indica en forma preliminar que las especies vegetales en los humedales no presentan estrategias adaptativas para incendios de distinta severidad e intensidad, resultados reforzados por los bajos valores de revegetación espectrales.

Así, las actividades de restauración activa podrían necesitarse luego de la valoración anual y frecuencia de incendios. Se sugiere que el control y regulación de actividades ganaderas en estos humedales son urgentes para evitar extinciones locales de especies, agotamiento fisiológico de rebrote por cambios en el uso de estos suelos e incendios recurrentes, así como también por la disminución histórica del río Paraná.

Participaron de la investigación y el trabajo de campo:

Paola Peltzer, Rafael Lajmanovich, Ana Paula C. Boccioni, Andrés Attademo, Agustín Basso, Evelina León, Natalia Peña, Fernando Lajmanovich y Silvia Seib. Todos ellos representando a la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, Facultad de Agronomía – UNL, Instituto de Limnología (UNL – CONICET/Santa Fe) y Foro Ecologista de Paraná (Entre Ríos).

Algunas de las imágenes recabadas, aportadas por el equipo: